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"Si ganamos, ya está"

Xavi considera clave la posesión de la pelota para la suerte del encuentro

Futbolista como ha sido siempre, amante de visionar los partidos, Xavi Hernández (Terrassa, 1980) se ha pasado la semana con el clásico metido en la cabeza. Incluso el lunes por la noche, en el cine, se le fue el hilo de la película -Hitch- por culpa del encuentro. Ya de pequeño escribía en una cuaderno los resúmenes de los partidos que le veía jugar al Barcelona. Ha vivido el fútbol desde tan crío que ahora que es adulto sabe interpretar el juego con una naturalidad sobresaliente. Le avala su interés, su experiencia y también su puesto en el campo. Nadie discute que desde el puesto del 6, el número de la zamarra que lleva, se adivina muy bien por donde discurre la contienda.

Al clásico de mañana lleva dándole vueltas y más vueltas. Xavi sabe de sobras que en un enfrentamiento Madrid-Barça no hay un favorito. Maneja, sin embargo, la sensación de que los azulgrana son más equipo. "Ronaldo, Figo, Zidane o Raúl son futbolistas que se sacan de la manga una jugada, un regate o un disparo y te meten un gol a la que te descuidas", argumenta, "pero nosotros, además de Eto'o y de Ronaldinho, con el talento individual, somos un equipo más hecho, más fiable. Hasta el momento, en lo que va de temporada, el Madrid no me ha dado la sensación de imponerse por bloque en ningún partido".

Metido como tiene el Bernabéu entre ceja y ceja, Xavi cuenta las horas que le separan de subirse mañana al autocar y enfilar la Castellana camino del estadio. "Reconozco que el ambiente de un Madrid-Barcelona me pone las pilas", confiesa. "Puede que suene a raro, pero una de las cosas que más me ha motivado siempre es jugar contra el Madrid en su estadio. Se te pone el corazón a doscientas pulsaciones, es un subidón de adrenalina incomparable". Llegados a tal punto, resulta trascendental en este tipo de partidos "ser muy frío en el terreno de juego". "Si te calientas, la cagas", abunda. "Es un partido que exige mucha cabeza y ser muy listo". Y sentencia: "Es fácil dejarse llevar, cosa que tiene un alto riesgo: lo peor que le puede pasar al equipo es que se quede con diez jugadores".

De acuerdo con el relato del volante azulgrana, para ganar al Madrid en el Bernabéu deben darse diversas circunstancias: no hay que perdonar las ocasiones "o te acabas arrepintiendo; si no machacas, no ganas"; mantener la concentración "porque el despiste más tonto te cuesta un gol, y si no, recuerde el error de Roberto Carlos en la ida", y correr porque "si no trabajas, te bailan". Y observa: "Hay, en cualquier caso, una cuestión que prima sobre cualquier otra, incluso que el factor suerte: "Hacerse con la pelota. Sólo hay un balón y el equipo que lo lo tiene, disfruta; el otro, el que lo busca, sufre y, normalmente, acaba perdiendo los papeles y el partido".

De los seis encuentros que Xavi ha jugado en Madrid -cinco de Liga y uno de Champions- sólo ha ganado uno, el del año pasado, en que marcó el gol decisivo, en un escorzo precioso a pase de Ronaldinho. Ni lo olvida, ni quiere y tampoco puede: "Imposible. No sabes la semana que llevo. La gente me pide que lo repita, como si fuera tan fácil. Que más quisiera yo", reconoce. "Pero puestos a elegir, me quedo con los tres puntos. Si salimos del Bernabéu con el Madrid a 12 puntos, ya está, la Liga es nuestra", confiesa. "Pero si el Real Madrid nos gana, conviene no perder la calma en las siete jornadas que quedarán. No podemos cometer errores porque nos ha costado demasiado llegar a donde estamos".

Más que el Madrid, en cualquier caso, a Xavi lo le preocupa es el tobillo de Puyol -"Es el lider de la defensa; el referente"-, y la barriga de Ronaldinho: "Yo necesito entrenarme duro; soy de los que piensan que juegas como entrenas. El brasileño, en cambio, es otro tipo de jugador. Yo confio en que no llegue muy debilitado al partido". Y es que para Xavi, Ronaldinho es imprescindible en el Barça: "Puede que el año pasado luciera más, porque la gente se queda sólo con los goles, pero tiene mucho peso sobre el equipo y sobre el encuentro. Además, historicamente, el barcelonismo tiene una extraña facilidad para meterse siempre con el mejor. Dice mi padre que ya pasaba con Kubala, con Suárez... Mira, somos así".

"Bueno", matiza, sorprendido porque ahora que se ha puesto a relatar lo que pasa en el Barça encuentra en un punto de comparación con el Madrid y Raúl: "En el Madrid tambien pasa. Mira los palos que le han dado a Raúl. Lo que me maravilla es su fortaleza mental. Por eso siempre aparece en los momentos importantes". E insiste: "Es el más grande. El otro día, con el pollo de los árbitros estuvo genial cuando dijo: 'el Barça va líder porque es el mejor'. Y punto. A la gente del Barça, noto que Raúl les cae bien".

Y entonces, Xavi mira, sonrie y suelta: "¿Sabes qué? Raúl se merecería jugar en el Barça". Se ríe y mientras da por terminada la charla, confiesa: "Es tan difícil que él juegue en el Barça como que yo me vaya al Madrid". Esta tarde va para allí. A disputar el partido que ya ha jugado tropecientas veces esta semana.

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