Puyol se calza los tacos
Ajeno al resto del grupo, con la única compañía de Jaume Jardí, fisioterapeuta del Barça, Carles Puyol dio ayer un nuevo paso hacia su presencia en el clásico del domingo. Por primera vez desde que el tobillo izquierdo quedó dañado por un esguince de grado dos, el capitán azulgrana se calzó las botas de tacos. La sesión no pasó de las largas caminatas y de los trotes suaves que, hasta ayer, se le había visto hacer por la playa. Pero a falta del veredicto de los médicos y del jugador, ningún compañero duda de la presencia de Puyol frente al Madrid.
"Él tiene la decisión final", dijo Víctor Valdés, "pero todos sabemos de su capacidad para soportar el dolor". El meta recordó "la importancia" que el capitán tiene en del equipo "por su experiencia, por lo mucho que aporta, no sólo en defensa, y por su carácter ganador". Pero eso sólo se sabrá mañana, cuando Puyol pase las pruebas definitivas: simulará situaciones de partido, tales como saltos o sprints para conocer la reacción de su tobillo. Hoy, los médicos se lo vendarán como lo harían llegado el partido - juega con ellos vendados de forma habitual-, y comprobarán su movilidad. Si la respuesta es negativa, los médicos descartan que Puyol juegue infiltrado.
Sí estará a punto Albertini, muy recuperado de una elongación en el sóleo derecho, pese a que ayer no se ejercitó con el grupo. Van Bronckhorst, unao de los posibles recambios de Deco, también se declaró "preparado" para sustituir al portugués. "Ya jugué en esa posición con el Arsenal, el Feyenoord y el Rangers, así que no sería nada extraño para mí", apuntó Gio.
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