Un plan de ordenación necesario en Huelva

Tras ocho años de arduos trabajos, que comenzaron con la anterior, y prestigiosa, responsable de la ordenación del territorio en Andalucía, Josefina Cruz, sale, por fin, a exposición pública el Plan de Ordenación del Territorio del Litoral Occidental de Huelva (POTLOH), en el que se proponen los usos a que deben estar destinados las unidades territoriales de nuestra comarca, se preservan sus paisajes de mayor calidad ambiental y se deciden infraestructuras básicas para articularla.

Técnicos y políticos hemos estado de acuerdo en su necesidad para que nuestras ciudades se desarrollen de forma organizada, no se hipoteque el futuro con la ocupación descontrolada del suelo y se articule la comarca con infraestructuras de comunicación necesarias aunque no invasivas.

Sin embargo, confieso que estoy sorprendido por la inmediata y furiosa respuesta de los alcaldes del litoral, especialmente los socialistas, inmediatamente emergido el Plan, al que pueden hacérsele sugerencias y alegaciones los próximos dos meses. Tal contundente posicionamiento contrario, llegando a pedir, incluso, su retirada, no se entiende si tras ellos no se encuentran los grandes intereses que han estado haciendo su agosto en el litoral y que ahora presumen el recorte de sus exagerados beneficios que han propiciado que vivamos en uno de los lugares más caros de Andalucía.

Aunque, no debiera ser tal mi sorpresa, ya que quienes hemos seguido durante años la redacción de los trabajos del Plan mientras veíamos como se ocupaba espacio en el dominio público y se colmataban las orillas de nuestros ríos con urbanizaciones que impiden la aportación de sedimentos a las playas, comprobamos que son estos los mismos que han estado torpedeando la publicación de un Plan que esperamos frene el urbanismo descontrolado y la especulación salvaje.

No es mi intención, en este momento, poner de manifiesto las contradicciones de un partido que quiere ser centrista equilibrando las fuerzas de sus derechas e izquierdas, o al que le salen sus máximos opositores en su propio seno cuando promulga leyes razonables, ya sucedió con la Ley de Costas, sino exigir sensatez a nuestros alcaldes porque están sembrado una alarma innecesaria en sus pueblos y apoyar la necesidad de que en estos dos meses debatamos sin prejuicios qué debe ser lo mejor para nuestros pueblos.

La experiencia de la Costa del Sol, puesta descarnadamente de manifiesto estos días, debiera hacernos reflexionar. Lo ha dicho el presidente de la Junta de Andalucía: "El descontrol urbanístico ha propiciado la llegada de las mafias".