Tranquilidad final
El Ibex cierra el primer trimestre con una subida del 1,96%
La actividad en la renta variable española transcurrió en unos niveles tranquilos y con la atención puesta en la evolución del precio del petróleo. Los efectos que pueda tener en la inflación provocó una mayor cautela entre los inversores. El Ibex 35 se anotó en la semana un descenso del 0,21%.
Los mercados han tenido que operar a lo largo de toda la semana con la atención puesta en la evolución del precio del petróleo que en la jornada del viernes marcó niveles máximos. Los cuatro días de sesión han finalizado con una ligera caída del 0,21% en el Ibex 35, gracias a la recuperación de las cotizaciones en la última sesión, y deja al principal selectivo con una ganancia anual del 2,30%.
La bolsa española ha finalizado el primer trimestre de 2005 con una revalorización del 1,96%, cifra prácticamente idéntica al nivel de tipos de interés vigente en la zona euro. No obstante, el primer ciclo trimestral del año ha tenido dos partes bien diferenciadas, una primera mitad netamente alcista que llevó al Ibex 35 hasta los 9.647 puntos, con una rentabilidad anual del 6%, superando así las mejores previsiones de los analistas para todo el año 2005. Por el contrario, en la segunda mitad del trimestre los mercados han visto reducir sensiblemente sus ganancias, en parte, por la corrección lógica de las plusvalías acumuladas y, fundamentalmente, por las constantes subidas del precio del petróleo que han devuelto una cierta dosis de incertidumbre a la confianza de los mercados, por su repercusión en la evolución de la inflación.
La contratación de acciones en el mercado español ha cerrado el primer ciclo trimestral de 2005 con unas cifras récords que mejoran en torno al 20% las registradas en el mismo período del año anterior. El volumen efectivo negociado hasta marzo ha superado ampliamente los 203.000 millones de euros, lo que supone un incremento del 20% sobre los 169.857 millones del primer trimestre de 2004. Con estas cifras, la contratación media diaria en la bolsa española alcanza los 3.300 millones de euros.
La fuerte actividad de la renta variable española demuestra la solidez y consolidación de la bolsa entre los inversores como la principal alternativa de inversión.
Para el período que comienza los analistas son optimistas, pero con cautela, y esperan que la renta variable siga escalando posiciones en el medio plazo. No obstante, esta tendencia no es general pues será muy importante situarse en valores donde la rentabilidad por dividendo suponga un buen atractivo. De momento, los valores más favorecidos han sido los más pequeños, y las oportunidades en este grupo son cada vez menores.
La atención seguirá puesta en la evolución del petróleo y en los efectos que pueda tener en la inflación y, sobre todo, en la decisión que tomen las autoridades monetarias en materia de tipos de interés.
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