La voz de los balcones

Para saber qué piensan los vecinos de los barrios afectados por las obras del AVE en Barcelona, sólo hay que alzar la vista. Desde hace varias semanas, sus balcones son de lo más elocuentes. "El AVE por el litoral", dicen.

"No queremos otro Carmel", dice un residente de la calle Mallorca 615, que pide ampararse en el anonimato. "Es el sentir general de miles de personas", asegura. Y su temor se centra en el agujero de 10 metros de diámetro, que, si no cambian las cosas, se perforará por debajo de sus casas para que el tren de alta velocidad circule por allí a partir de 2007.

Este mismo vecino argumenta su miedo aduciendo que "si se ha decidido no perforar cerca de la Sagrada Familia para evitar dañarla, por qué demonios no evitan agujerear la parte de la ciudad donde se podría dañar a miles de familias". "Nosotros estábamos antes que el AVE, pero eso parece no significar nada para los políticos", remacha.

"Que nos expliquen por qué es imposible el tren por el litoral", dice un portavoz vecinal

Para evitar vibraciones que puedan dañar las infraestructuras de las viviendas de la derecha y la izquierda del Eixample, el Clot y la Sagrada Familia, entre otros barrios del centro de Barcelona, las diferentes asociaciones de vecinos ya han comenzado a movilizarse. "Nuestro objetivo es conseguir que el AVE vaya por la Ronda Litoral, camino de la estación de Francia hasta llegar a la Sagrera". Lo dice Domiciado Sandoval, presidente de la asociación de vecinos de El Clot-Camp de l'Arpa y, desde el pasado 22 de marzo, portavoz de la coordinadora del AVE por el litoral, que engloba a las asociaciones de vecinos de los barrios citados. "Estamos convencidos de que, además de evitar un riesgo innecesario, este trazado alternativo será más económico", añade. Esta coordinadora está asesorada por "técnicos en urbanismo", que están elaborando estudios para demostrar que "la ruta del litoral supondría un ahorro de cinco kilómetros de túnel".

De momento, en vista de las numerosas adversidades a las que se enfrentan para modificar la ruta del tren de alta velocidad, "la coordinadora exige una moratoria", señala Sandoval. Y si la exigen es básicamente para ganar tiempo. "Queremos que las administraciones nos expliquen de forma técnica el proyecto", dice, "y que nos argumenten si realmente es imposible hacer el recorrido por el litoral". En este sentido, el vocal de urbanismo de la asociación de vecinos de El Clot-Camp de l'Arpa, Miquel Catasús, añade: "Hasta que no estemos todos seguros de que el AVE no va a suponer consecuencias, trataremos de hacer lo posible para retrasar la obra".

De momento, más de 1.200 familias ya han colgado pancartas en el balcón de sus casas. "La imprenta está colapsada", sonríe Sandoval. Joan Vendrell, del equipo técnico que estudia la geología de la calle de Provença para la asociación de vecinos de la izquierda del Eixample, lo tiene muy claro: "Si hace falta iremos a Madrid para quejarnos al Ministerio de Fomento, y si es necesario, no descartamos volar hasta Bruselas". Mientras, han convocado para el próximo 7 de abril una cacerolada, protesta que muchos de los vecinos harán desde sus balcones.