Mujeres y vanguardia

La continua reescritura a la que está siendo sometida la historia de las vanguardias rusas y, más concretamente, el actual revisionismo político basado en la anatematización del estalinismo pueden llegar a hacer ininteligible el arte de los constructivistas y productivistas, tergiversando el sentido de unas obras que hoy contemplamos desde la estética del espectáculo y los valores del mercado, con los que ahora se suele juzgar el arte. Por eso, para comprender el sentido de muchas de las imágenes que se muestran en esta exposición, dedicada a la presencia de la mujer en la obra fotográfica de Alexandre Rodtchenko (San Petersburgo, 1891-Moscú, 1956), el espectador debe dejar hablar a las imágenes, porque, desde el punto de vista artístico, ellas se defienden por sí solas.

Alexandre Rodtchenko

es, sin duda, uno de los grandes artistas de la vanguardia rusa, un hombre polifacético (escultor, diseñador, fotógrafo, constructor...

), comprometido con la utopía de la creación de una sociedad nueva y libre, cuyas obras responden fielmente a esas ilusiones que, como decía Schiller, "deben abandonar la realidad y elevarse con noble audacia por encima de la necesidad, pues el arte es hijo de la libertad".

Bajo el hilo argumental del papel de "la mujer", en esta exposición se muestran desde imágenes familiares, de la madre, la esposa, la hija o la amante del artista, retratos íntimos a los que el ojo estético dota de capacidad artística, hasta estudiados temas protagonizados por mujeres anónimas, avanzando en demostraciones gimnásticas o trabajando en fábricas de automóviles. En todas estas fotografías, que recorren más de quince años de trabajo innovador, se aprecia la sensibilidad de un artista que no se complace con captar una instantánea sino que construye la imagen con la cámara. La mirada diagonal, el encuadre picado, la luz atravesando celosías o bañando lateralmente la escena son recursos que caracterizan no tanto una forma de tomar imágenes fotográficas como un intento de ver con nuevos ojos el mundo, la sociedad y las personas individuales. La objetividad de estas imágenes, sin trucos técnicos y sin deformaciones surrealistas, mostrando la vida tal como se desarrolló en el entorno del artista, permiten, además de la interpretación estética, una lectura documental de la época, ya que, muchas de las fotografías que aquí se pueden ver se hallan premeditadamente entre el reportaje y la creación artística, gracias al interés de Rodtchenko por poner el arte y la técnica al servicio del hombre.