De héroe a tirano

Robert Mugabe, de 81 años, pudo convertirse en un líder como Nelson Mandela tras lograr la independencia de Zimbabue del Reino Unido, en 1980. El país continuó creciendo bajo su mandato y se convirtió en el principal exportador de maíz en la región. Los niveles de alfabetización llegaron al 85% de la población, todo un hito para en el continente. El camarada Bob era un hombre respetado. Pudo pasar a la historia como héroe, pero hoy muchos coinciden con Desmond Tutu, premio Nobel de la Paz, quien lo consideró un estereotipo de dictador africano.

Organizaciones como la nueva Unión Africana, el SADC y el Parlamento panafricano, no obstante, han dado su sello de aprobación al proceso electoral. Las delegaciones de estas entidades, así como las del Gobierno y el Parlamento surafricano, fueron las únicas que pudieron ingresar al país como observadores extranjeros.

No han tenido en cuenta lo ocurrido en los últimos años, en los que se ha amedrentado a la población y encarcelado a los líderes de la oposición. Mientras, la economía ha caído en picado. El mapa electoral fue rediseñado para asegurar una victoria de Mugabe y el Registro Electoral estuvo abierto hasta la semana pasada, pese a que debía cerrarse el 14 de febrero.

Si Mugabe obtiene los dos tercios en el Parlamento, la oposición podría ser duramente reprimida, según algunos analistas. En Suráfrica, el secretario general del Partido Comunista, Jeremy Cronin, advirtió de que el ZANU-PF, el partido de Mugabe, "podría pensar en una solución final para eliminar a la oposición... e interpretar el mandato electoral como permiso para hacer lo que quiera".

Ventas a China y Libia

Zimbabue recibirá este año nuevamente alimentos de Naciones Unidas para dos millones de personas en riesgo de morir de hambre. El número de huérfanos aumenta y los niños ya no van a la escuela. El país subsiste gracias a la venta de terrenos a China y Libia, que junto a Suráfrica evitan que el país caiga en la absoluta bancarrota.

Mugabe sabe que si deja el poder podría verse frente a un tribunal internacional por la matanza de más de 20.000 miembros de la etnia ndebele en los ochenta, cuando ordenó atacar las tierras donde vivía otro líder nacionalista, Joshua Nkomo. No obstante, ha asegurado que en 2008 no se presentará a la reelección. Para entonces tendrá 84 años y llevará 28 en el poder.