Soros, condenado en Francia por uso de información privilegiada

El Tribunal de Apelación de París determinó el jueves pasado que George Soros intervino en la Bolsa con información privilegiada. El financiero estadounidense tendrá que pagar una multa de 2,2 millones de euros, la misma cantidad que ingresó por una operación bursátil sobre el banco Société Générale en 1988. Soros, a través de su portavoz, aseguró que es inocente y volverá a apelar el caso.

La sala novena del Tribunal de Apelación confirmó la sentencia "en todas sus disposiciones", en línea con lo solicitado el pasado 10 de febrero por la Fiscalía.

Según el ministerio público, Soros ganó más de dos millones de dólares en plusvalías, supuestamente fraudulentas, mediante transacciones con acciones de Société Générale entre septiembre y noviembre de 1988.

El fracasado ataque bursátil contra SG, liderado por Georges Péberau y avalado por el entonces Gobierno socialista francés, tenía como objetivo romper el núcleo de accionistas del banco constituido durante su privatización por el anterior Ejecutivo de derechas.

Soros, que no asistió la lectura del veredicto del jueves, reconoció el mes pasado durante la vista oral que antes de empezar a comprar sus acciones de Societé Generale oyó hablar de que un banquero de París planeaba comprar el banco, recién privatizado, pero negó que la información de que dispusiera información privilegiada o de datos que pudieran influir su decisión de comprar títulos. Esta compra, dijo, fue parte de una estrategia de inversión más amplia y bien documentada. "Pienso que tengo una visión bastante acertada de lo que puede ser" ese delito, dijo entonces Soros, de 74 años y con una fortuna calculada en 7.000 millones de dólares (5.400 millones de euros).

El jueves, los abogados de Soros reaccionaron a la sentencia recalcando que la corte de apelación cometió los mismos errores que el tribunal ordinario. El financiero de origen húngaro considera que este pleito está dañando su reputación y recurrirá ante el tribunal de Casación (equivalente al Tribunal Supremo).

"Mi reputación está en juego", dijo Soros a los jueces el pasado 10 de febrero. El caso francés es la única mancha legal en la trayectoria del multimillonario, que en la actualidad regenta una organización benéfica y que ha sido acusado en diversas ocasiones de especular en los mercados.