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Entrevista:ARANGO | Jugador del Mallorca lesionado de gravedad por Javi Navarro

"No descarto acciones legales, aunque no me lo he planteado"

El delantero del Mallorca, Juan Arango (Maracay, Venezuela, 1980), se recupera en casa de la lesión provocada, el domingo pasado, por un codazo del defensa sevillista Javi Navarro. Arango ingresó en la UCI con un cuadro de paro respiratorio, crisis convulsiva grave y traumatismo encefálico. A sus 24 años, ha pasado los peores días de su vida. Ahora quiere olvidarlos cuanto antes y pide que se haga justicia.

Pregunta. Antes de nada. ¿Cómo está?

Respuesta. Me encuentro bastante bien, recuperándome más rápido de lo que esperaba a pesar del golpe que me dieron. Me duele mucho la cabeza, eso sí, y me molestan los puntos que llevo en el labio y dentro de la boca.

P. Finalmente, no van a tener que operarle del pómulo, ¿no?

"El fútbol es un deporte de contacto, pero no es lucha libre como piensa el presidente del Sevilla"

R. Parece que, de momento, no es necesaria ninguna intervención. Pero quién sabe si en el futuro hará falta. La lesión que tengo en el hueso podría provocarme problemas de respiración, porque me ha cambiado la anatomía de la fosa nasal.

P. ¿Qué recuerda del momento del choque?

R. Nada desde un buen rato antes del golpe. Cuando me desperté en el hospital, el lunes por la mañana, no sabía qué hacía allí y me alarmé mucho. Después me explicaron lo que había pasado, y más tarde me dejaron ver el vídeo.

P. ¿Qué sintió al verlo?

R. Creo que es una acción brutal. No hace falta que añada más comentarios porque la imagen habla por sí sola. Cuando veo el vídeo todavía me asusto, no me gusta nada ver las convulsiones que tuve. Quiero olvidarlo cuanto antes.

P. ¿Qué opina de esa frase tan repetida que dice que el fútbol es un juego de hombres?

R. Está claro que el fútbol es un deporte de contacto, pero no hay que confundirlo con la lucha libre. Parece que eso es lo que le sucede al presidente del Sevilla [José María del Nido], que estos días ha hecho unas declaraciones indignantes. Es lógico que defienda a su jugador, es su deber. Pero no ha de perder de vista que, en este caso, su jugador ha cometido un error.

P. ¿Qué le parece que la jugada fuera castigada con una tarjeta amarilla? ¿Fue suficiente sanción?

R. No. Fue un error del árbitro. Seguramente no pudo ver lo que pasó, porque si lo hubiera visto habría tenido que sacar la roja directa.

P. Y ahora que el Comité de Competición va a estudiar el caso, ¿cuál cree que sería una sanción justa? La mínima puede ir de uno a tres partidos de suspensión.

R. Me parece que una sanción de uno a tres partidos sería muy poco para castigar lo que pasó. Eso animaría a que otros se comportaran igual sobre el campo, porque el precio a pagar sería muy bajo. Una jugada así no puede quedar impune. Lo que me hicieron no tiene nombre. Me pasó algo muy grave que me pudo causar la muerte y que me ha hecho pasar los peores días de mi vida deportiva y personal.

P. ¿Se ha planteado iniciar acciones legales por agresión?

R. Aunque de momento no me lo he planteado, tampoco lo descarto. Lo que tenga que hacer lo haré más adelante, y todavía no he hablado de este asunto con el Mallorca.

P. ¿Ha recibido alguna disculpa de Javi Navarro? ¿La espera?

R. Me comentaron que vino a la clínica después del partido, cuando yo estaba inconsciente. También me dijeron que me dejó un mensaje en el móvil, pero no lo he escuchado.

P. ¿Le guarda rencor?

R. No, en absoluto. Y tampoco me cobraré la deuda la próxima vez que nuestros equipos se enfrenten. No hay nada personal en las jugadas de un partido de fútbol, aunque no hay que perder el respeto por el contrario.

P. A sus 24 años tiene mucha carrera por delante. ¿Lo que ha vivido va a afectar a su manera de jugar? ¿Va a jugar con miedo?

R. No tengo miedo de jugar. Si lo tuviera, de ésta me habría retirado. Es verdad que hasta ahora jugaba sin demasiada precaución. A lo mejor los primeros días me dará un poco de respeto entrar a disputar el balón con un contrario, pero no por eso dejaré de hacerlo.

Arango, tras su esposa, al salir el miércoles del hospital.
Arango, tras su esposa, al salir el miércoles del hospital.EFE

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