Ferrando intenta un pacto de última hora que evite el cisma en la CEV

El relevo de Rafael Ferrando al frente de la Confederación Empresarial Valenciana (CEV) no está resuelto. Representantes de las 13 federaciones mayoritarias de la CEV, un órgano casi equivalente a su comité ejecutivo, tienen previsto reunirse esta tarde en Valencia para dirimir sus diferencias. La opción de José Vicente Morata, presidente de Muvale, el hombre de consenso que Ferrando propuso a la cúpula de la CEV como posible sucesor, choca con la intención de José Vicente González, presidente de la federación del metal, de optar al cargo.

González se negó a trasladar a Morata el apoyo que había garantizado a Ferrando

Rafael Ferrando y Enrique Soto, el secretario general de la patronal, se reunieron anoche con González, Morata y otros cuatro dirigentes patronales en la sede de la CEV en un último intento por cerrar un acuerdo previo a la reunión de hoy. Los presentes se limitaron a hablar para reiterar sus posiciones.

Un valedor de la candidatura de Morata, adscrito originalmente a la CEV como presidente de Muvale y desde hace unos días como representante del gremio de carpinteros, subrayó su condición de hombre de consenso. Según su versión, Morata nunca habría aceptado presidir la CEV si no suscitara un apoyo unánime. Cuando Ferrando presentó a Morata como posible sucesor los asentimientos fueron mayoritarios en el seno del comité ejecutivo, según la misma fuente.

Pero la rotunda negativa de González, presidente de Femeval, a trasladar a Morata el apoyo que sí había garantizado a Ferrando, quebró la aparente unanimidad.

Los responsables de Femeval plantearon hace meses la necesidad de acordar las líneas maestras de acción del presidente de la CEV durante los próximos cuatro años con indefensa de la persona del candidato. "El relevo debe programarse como se hace en cualquier empresa", comentaba gráficamente González, "aunque el presidente siga siendo el mismo".

La propuesta pretendía impulsar "una nueva dinámica" en el seno de la patronal, según los representantes de Femeval. Pero no fue bien acogida desde ciertas federaciones, cuyos presidentes son todos socios de la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE), un grupo de presión de ámbito autonómico que congrega a 70 poderosos empresarios.

Un portavoz de AVE, sin embargo, defendió ayer la independencia de la CEV y subrayó que la composición de la asociación es tan heterogénea que sería erróneo atribuir una posición única a todos sus socios.

En el mismo sentido, un portavoz oficial del presidente de la Generalitat afirmó que Francisco Camps se ha mantenido al margen del proceso para intentar alcanzar un acuerdo en torno a la persona del futuro presidente de la CEV. Un alto cargo confirmó que la Generalitat ha evitado toda interferencia en las negociaciones entre federaciones empresariales para acordar un candidato.

Al cierre de esta edición, las espadas seguían en alto. La asamblea de la CEV la componen entre 470 y 480 representantes. Los responsables y vocales de las distintas federaciones suman 450 votos. Las empresas asociadas a la patronal provincial completan las decenas restantes.

El voto es individual, pero un histórico responsable de la organización subraya que "ciertas federaciones son muy disciplinadas". Femeval, la federación mayoritaria, cuenta con 58 representantes en la asamblea y su comportamiento suele ser "coherente" con las decisiones de la cúpula, según la misma fuente.

Fevec, la federación de la construcción, suma 37 representantes; ANGED, la delegación regional de la Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución, tiene 32 representantes; Fevama, la federación de la madera y cuarta en importancia, 28. Si los delegados de las cuatro primeras federaciones siguieran el dictado de sus dirigentes, la candidatura de José Vicente González partiría con el apoyo de 155 representantes, un tercio del total.