Las pequeñas salas recuerdan al autor del 'Quijote'

Los homenajes al autor del Quijote no son patrimonio de los grandes y sesudos foros culturales. Algunas salas de teatro también han querido recordar a Miguel de Cervantes, en plan modesto, con la representación de versiones actualizadas de su obra. Por ejemplo, los actores de Guindalera, dirigidos por Juan Pastor, interpretan el montaje Laberinto de amor, según la versión de Raúl de Tomás, en la sala Guindalera Escena Abierta (Martínez Izquierdo, 20. Sábados y domingos, 20.00, hasta el 30 de abril).

"Intentando respetar el texto, hemos agilizado la trama acercándola a un estilo con guiños al siglo XXI, haciéndola más lúdica y colorista y llegando a rozar el cómic y el musical", admite De Tomás. Esta compañía reúne a un equipo de actores y gestores de contrastada experiencia profesional y "excelente sintonía en la forma de abordar el hecho teatral", al decir de su director, Juan Pastor, que comenzó a trabajar en 1999. Ya en noviembre de 2003 fundaron la compañía estable de la sala Guindalera.

Otro pequeño teatro que no ha olvidado a Cervantes ha sido la sala Ítaca (Canarias, 41). Bajo la dramaturgia y dirección de Pepe Ortega, David Boceta y Raúl Fuertes apuran las últimas funciones de La representación del coloquio de los perros y el casamiento engañoso de Don Miguel de Cervantes, que acabó ayer domingo.

En este montaje también se han introducido matices actuales al diálogo de los perros cervantinos Cipión y Berganza, que trasladan al público la visión ácida que el autor tenía de su sociedad. "De los perros como hombres o de los hombres como perros; éste es el corazón de las dos novelas que Cervantes enlaza como una sola, creando un juego de espejos que las convierte en una misteriosa propuesta argumental y formal", apuntan los responsables de la sala Ítaca.