Respuesta a la UVA
La finalidad de nuestras actuaciones en defensa de la UVA de Hortaleza no es otra que salvar un conjunto de indudable valor arquitectónico, ofreciendo simultáneamente a quien lo haya de habitar en el futuro una calidad de vida superior a la que ofrece la alternativa planteada de bloques en altura. Ninguno de los firmantes pretende que los ciudadanos que residen en la actualidad en las viviendas de la UVA mantengan las condiciones que en este momento sufren. Sabemos de la precariedad en que se encuentran tras años de abandono
Lo que reclamamos a la Administración es que se reorganicen los espacios construidos existentes, ampliándolos y adaptándolos a las exigencias habitacionales actuales para que, de este modo, no se pierdan los valores que este conjunto ofrece: su disposición urbana y la configuración de bloque abierto de dos alturas con una amplia galería perimetral y un patio interior que garantiza la ventilación y salubridad de las viviendas, además de una traza urbanística de excepcional escala humana que conforma plazuelas arboladas con ejemplares de gran porte junto a setos y pequeñas praderas de fácil y económico mantenimiento.
Otra intención de esta carta es también la de hacerles recordar que estas casas sirvieron para dar un alojamiento digno y satisfactorio a muchos vecinos de la propia UVA que aprecian este lugar y no comparten los argumentos de la carta.
Hay que reconocer que en estos tiempos las dotaciones técnicas y de espacio de las viviendas son superiores a las de hace 40 años, pero eso es un problema que se puede resolver en estas casas con un estudio a fondo de las mismas y la búsqueda de soluciones adecuadas, un coste razonable y un poco de talento e imaginación, igualando o superando en muchos aspectos a lo que puedan ofrecer otros edificios de nueva planta, que no van a tener, en cambio, las cualidades arquitectónicas y urbanas que hicieron de este barrio un grato jardín habitado.
Nuestro interés como arquitectos no es otro que el de salvaguardar una obra de arquitectura que, además de tener un gran valor, puede seguir siendo útil a sus habitantes, y es también nuestro deber el hacerlo saber y el advertir de la pérdida que supondría su desaparición.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.