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Crónica:FÚTBOL | Vuelta de los octavos de final de la Copa de la UEFA
Crónica
Texto informativo con interpretación

Sólo resiste el Villarreal

El conjunto de Pellegrini vence al Steaua y es el único español en competición europea

El Villarreal mantiene su idilio europeo en su estadio. Van 18 encuentros seguidos disputados en El Madrigal sin que nadie haya conseguido vencerle o siquiera marcarle un gol. Por ahí, por la fortaleza defensiva, por la superior calidad técnica de sus jugadores y por la candidez de un Steaua apasionado y a la vez inocente, se decantó la eliminatoria. Ahora espera el AZ Alkmaar, holandés, en cuartos para el único equipo español que prosigue en competición europea.

Muy pronto se le puso color de rosa el partido al Villarreal. A los cinco minutos se adelantó fruto de una de tantas jugadas a balón parado que el conjunto castellonense saca provecho máximo. Riquelme botaba un saque de esquina con el efecto endiablado que suele darle a sus centros y que se envenenan en la medida que se acerca al objetivo. Peinó con la cabeza José Mari y el balón se coló entre las piernas de Khatmutouski.

VILLARREAL 2 - STEAUA DE BUCAREST 0

Villarreal: Reina; Javi Venta, Gonzalo Rodríguez, Peña, Arruabarrena; Josico, Senna, Riquelme (Arzo, m. 90), Sorín (Cazorla, m. 53); José Mari (Font, m. 85) y Figueroa.

Steaua: Khamutouski; Ogararu, Radoi, Ghionea, Marin; Lovin (incolita, m. 75), Munteanu; Oprita (Dinita, m. 83), Dica, Bostina; y Cristea (Ciocoiu, m. 75).

Goles: 1-0. M. 5. Riquelme bota un córner cerrado y José Mari peina suavemente el esférico. 2-0. M. 61. Riquelme, de penalti.

Árbitro: Wolfgang Stark (Alemania). Amonestó a Munteanu.

Unos 22.000 espectadores, 6.000 de ellos seguidores rumanos afincados en la provincia de Castellón, en El Madrigal. Vuelta de los octavos de final de la Copa de la UEFA. En la ida: 0-0.

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El Villarreal y el fútbol español se despiden de Europa

El gol aceleró más si cabe al Steaua, en un equipo ya de por sí acelerado. Daba la sensación que el conjunto rumano jugaba en el estadio Ghencea de Bucarest, espoleado por la gran colonia de seguidores rumanos residentes en la provincia de Castellón. Si se distingue en algo al Steaua es por la pasión que emplean sus jugadores en todas sus acciones. Su esfuerzo innegable topa con sus limitaciones técnicas, circunstancia que mengua las posibilidades de éxito. Sin embargo, la intensidad empleada por los jugadores rumanos daba, al menos, para dar más de un susto a la defensa del Villarreal, que tuvo que andar despierta, en las incursiones por la banda derecha de Oprita, las diagonales de Cristea y las jugadas a balón parado.

Lo que tenía claro el Steaua era que el juego del Villarreal iba a gravitar en torno a Riquelme, y destinó por ello a un centrocampista defensivo, Lovin, a su vigilancia. Tarea ardua debido a la extraña cualidad del argentino de desaparecer por instantes y estar presente poco después dando el pase definitivo. Así se llegó al descanso. Las primeras acometidas del Steaua en el inicio del segundo acto dieron pábulo a la incertidumbre. El Villarreal sin el balón no es nadie y por instantes lo perdió de vista. Le faltaba la cadencia, la pausa habitual y que desespera a los contrarios.

Tuvo que salir Cazorla, el jugador más destacado en la ida de Bucarest, el chico que lleva cuatro goles en la UEFA, para leer el guión y dar sentido al juego. Se asoció con Riquelme y, en una combinación entre ambos, terminó en penalti cometido sobre el mismo Cazorla. Riquelme transformó el penalti, por dos veces, al mandar repetir el árbitro, con la misma parsimonia que ejerce su profesión. El Villarreal volvió a parecerse a sí mismo. Un equipo lúcido, creativo y solvente.

Fallece la abuela de Cazorla

El asturiano Santi Cazorla, internacional sub 21, no supo durante el encuentro que su abuela, que asistió al estadio a ver jugar a su nieto, había fallecido poco antes del inicio del choque tras un infarto de miocardio. Y pese a ser trasladada para ser atendida a un hospital de Castellón.

Sus compañeros felicitan a José Mari tras su gol.
Sus compañeros felicitan a José Mari tras su gol.ÁNGEL SÁNCHEZ

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