En busca de la estabilidad

Las primeras medidas del nuevo Gobierno ucranio para recuperar el equilibrio fiscal, apuntan a combatir la corrupción, la economía sumergida y a revisar las privatizaciones de la última década. Sin embargo, estos cambios podrían afectar el desarrollo económico del país, ya que estimularían la actual fuga de capitales y pondrían freno al crecimiento del PIB.

El desempleo alcanza oficialmente una tasa del 9%, pero esa cifra no contempla los elevados índices de economía sumergida

Ucrania ha logrado un crecimiento anual medio del 7% en los últimos cinco años gracias a las inversiones en el proceso de privatización

El primer diagnóstico que hizo el equipo de Víctor Yúschenko al asumir el Gobierno de Ucrania hace un poco más de un mes fue que la economía del país estaba "en las sombras". Los principales problemas son unas finanzas públicas muy deterioradas, un nivel de corrupción alto, que pone en tela de juicio el proceso privatizador de los últimos cinco años, y un desempleo que oficialmente llega al 9%, pero que no incorpora los elevados índices de economía sumergida. Al mismo tiempo, la cuarta parte de los 47 millones de ucranios viven por debajo de la línea de la pobreza.

Según informes de la Comisión Económica de Naciones Unidas para Europa (UNECE), la relajación en la política fiscal producida en el periodo preelectoral, con subidas de las pensiones en septiembre del año pasado y fuertes alzas en los salarios del sector público, significaron una presión fiscal que generó un déficit del 4,3%, el más alto en siete años. Analistas locales han alertado sobre el riesgo de aumentar la deuda pública, que ha sido rebajada de 31% del PIB en 2001, hasta el 23,1% en 2004.

Efectos negativos

La misma UNECE ha advertido de que es muy difícil revertir los efectos negativos de estas políticas en el escenario macroeconómico del país. De hecho, cualquier cambio en el nivel de gasto público incidirá negativamente en los elevados niveles de crecimiento que está presentando Ucrania en los últimos tres años y que les llevó a lograr un alza en el PIB del 12,4% en 2004, según cifras del anterior Gobierno.

Otro de los problemas que se han generado con el alza de los salarios ha sido un aumento del consumo y su consiguiente presión sobre el tipo de cambio. Una situación que está generando serios problemas de liquidez en el sector bancario. Para combatir todos estos desajustes Yúschenko ha optado por atacar el alto nivel de corrupción y el fraude fiscal.

Su primera medida ha sido revisar cerca de 20 de los más controvertidos procesos privatizadores. La idea es comprobar si estas privatizaciones han cumplido la ley para establecer una política estatal de control de activos que facilite la transferencia de ciertas empresas a manos de las administraciones locales, con el objetivo de combatir la corrupción. Para ello se ha retirado del Parlamento el plan anual de privatizaciones y se han prohibido todas las ventas de activos públicos.

Fuga de capitales

No obstante, estos cambios se pueden convertir en un arma de doble filo, ya que podría suponer un incentivo para la fuga de capitales. El fuerte crecimiento económico de los últimos cinco años de Ucrania, que ha logrado unos promedios anuales del 7%, se debe casi exclusivamente a las dinámicas inversoras de los procesos de privatizaciones. En 2004, la inversión directa totalizó 8.350 millones de dólares, un 23% más que en 2003. Hace dos años este índice alcanzó un crecimiento del 21,7%.

La recaudación fiscal por vía tributaria también se ha modificado. El Gobierno bajó los impuestos a los beneficios empresariales desde al 30% a un 25%, pero introdujo un impuesto del 13% a los ingresos individuales. También se han estipulado e incrementado alzas tributarias para productos específicos como el petróleo, el alcohol y el tabaco.