Las huellas de un arrestado fueron encontradas en 700 cartas de extorsión

Los tres detenidos ayer en Le Cap d'Adge estaban huidos de la justicia por su supuesta participación tanto en comandos como en aparatos de la organización terrorista. El último identificado, Iñaki Arietaleani, está considerado como uno de los encargados de la gestión y cobro del impuesto revolucionario, encuadrado dentro del aparato político. Sus huellas fueron localizadas en una partida de 700 cartas destinadas a empresarios que fueron incautadas hace unos años, en las que también fueron rastreadas las de Soledad Iparragirre, Amboto. Estuvo preso entre 1993 y 2002 tras una operación contra el aparato de extorsión de la banda. Actualmente se encontraba en libertad condicional.

Aymar Altuna Ijurko fue identificado durante el verano de 2004 como uno de los dos terroristas que habían estado preparando en la Comunidad Valenciana una campaña contra intereses turísticos. A pesar de haber sido localizado en un tren junto a otro supuesto terrorista, logró escapar hasta Francia. Ese verano, ETA atentó en la cornisa norte española, mientras que los atentados en la Comunidad Valenciana menudearon en los meses posteriores.

La tercera detenida, Mayte Aranalde Ijurko, fichada y a sueldo de la banda como los dos anteriores, es la más joven del grupo (tiene 23 años) y es prima del anterior. También ha estado encuadrada en un comando, en este caso en el Zelatun-Donosti, pero huyó a Francia en septiembre de 2002 tras la detención de su compañera Oihane Bakedano. En esa operación fueron detenidos los padres de la joven, que posteriormente fueron puestos en libertad.