Protección de datos y 'agit-prop'

Algún democristiano pensó que tenía una buena ocasión propagandística y decidió incluir en el dossier de unas jornadas organizadas por la Agencia Catalana de Protección de Datos una copia en papel de la carta semanal que el líder de Unió Democrática (UDC), Josep Antoni Duran Lleida, publica en la página web del partido. Esta semana era, como casi siempre, una filípica contra el Gobierno de la Generalitat y su presidente, Pasqual Maragall.

El dossier, con la filípica, fue entregado a los cerca de 200 asistentes a las jornadas, que, paradojas de la vida, versaban sobre el derecho a la intimidad. El público estaba compuesto por personal de empresas relacionadas con el tratamiento de datos, empleados de las administraciones, profesores universitarios y algún diputado. Todos pudieron ver, no sin sorpresa en muchos casos, cómo el señor Duran les explicaba, entre otras cosas, que el presidente de la Generalitat es "incapaz de estar a la altura de las circunstancias" y que "no puede continuar liderando" la reforma del Estatut.

Uno de los asistentes, Àlex Masllorens, diputado del grupo Socialistes-Ciutadans pel Canvi, pidió ayer por la tarde por escrito al presidente del Parlament, Ernest Benach, que averigüe cómo un organismo que depende del Parlament y está obligado por ley a ser apartidista pudo confundir de esta forma sus funciones y actuar como una célula de Unió.

El presidente de la Agencia Catalana de Protección de Datos es Xavier Hernández, ex consejero de Enseñanza en uno de los gobiernos de CiU y miembro de Unió Democràtica. El propio Hernández reconoció ayer el hecho. "Mañana veré cómo pudo pasar y tomaré la decisión que corresponda", aseguró. Hernández se mostró dolido por lo que consideró "un error que por mucho que fuera involuntario no sería leve" y "puede poner en cuestión la independencia de la agencia".

Masllorens fue más duro: "Esta agencia fue uno de los últimos organismos en los que el Gobierno de Pujol pudo colocar a personas afines a CiU".