La UMA crea una cátedra sobre la prevención de riesgos laborales
Fomentar la seguridad en el trabajo se ha convertido en prioridad para políticos y agentes sociales, alarmados por la alta siniestralidad laboral de los últimos años. Sólo en 2004, en Andalucía, 150 personas perdieron la vida mientras trabajaban. En lo que va de este año, son 19 trabajadores.
Andalucía y España siguen estando por encima de las cifras de la Unión Europea, lo que ha motivado que las administraciones adopten una batería de medidas para prevenir y reducir la siniestralidad laboral. Entre ellas, la Consejería de Empleo ha anunciado que dará subvenciones (de 3.500 a 4.700 euros) a las pequeñas y medianas empresas que contraten a técnicos en prevención de riesgos sin estar obligados a hacerlo por ley. Además, en abril se pondrá en marcha un programa de formación para Secundaria y de Formación Profesional que difundirá entre 10.000 jóvenes normas para la prevención de accidentes.
Precisamente, para investigar, estudiar y difundir todo lo relacionado con la seguridad en el trabajo, la Universidad de Málaga (UMA) creó en enero una cátedra de prevención de riesgos laborales en colaboración con la Fundación Grupo Séneca.
Técnicos con dos títulos
La UMA desarrolla actividades relacionadas con la prevención de riesgos laborales desde 1999, cuando implantó sus estudios propios en materia de seguridad e higiene en el trabajo, cursos que van por su séptima edición y en los que se forman técnicos superiores. "La idea de la cátedra es agrupar estos estudios propios para facilitar su coordinación y ampliar la oferta", explica el profesor Carlos Benavides, que junto a los catedráticos Antonio García y José Vicente Maeso coordina la cátedra.
Los planes inmediatos de la UMA pasan por ampliar los estudios que ya se imparten para la formación de técnicos superiores en prevención de riesgos laborales -seguridad en el trabajo, higiene industrial y ergonomía y psicosociología aplicada- con otros cursos de gran demanda, como el de coordinador de seguridad y salud en el trabajo. "La idea es montar cursos que se ajusten al reglamento como títulos propios de la universidad. Estos cursos tienen la ventaja de que quién los hace acaba con dos titulaciones, la propia y la de técnico superior homologada por la Consejería de Empleo", explica Benavides. Para acceder a estos estudios el único requisito es contar con alguna titulación universitaria.
"Desde la cátedra vamos a intentar que estos cursos sean accesibles para el alumnado, por lo que se va a buscar apoyo financiero para ofertarlos a muy bajo costo", apunta Benavides. Estos cursos son de 250 horas lectivas e incluyen prácticas en empresas (mínimo de 80 horas).
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