¿Universidad laica?

La Universidad Complutense de Madrid, UCM, ha suprimido la Biblia y el crucifijo en los actos solemnes de jura de nuevos doctores para "dar cumplimiento a la separación Iglesia-Estado que plantea el artículo 16 de la Constitución", según palabras de su secretario general, Julio González.

No me parece ni bien ni mal: no es un acto susceptible de ser juzgado en la esfera de lo moral. Lo que sí le pido al señor rector de la UCM es coherencia: ¿Por qué sigue manteniendo como patronos (con su correspondiente día festivo) de la universidad y de sus facultades y escuelas a santos de la Iglesia católica? Si hay que reducir la religión a la esfera de lo privado, si hay que llevar a rajatabla el artículo 16 de la Constitución, ¿por qué seguir manteniendo como patronos a santos de la Iglesia católica que nunca en su vida propugnaron reducir lo religioso a la esfera de lo privado? ¿Acaso todos los santos patronos de la universidad y sus centros fueron ejemplos a seguir por su "laicismo militante"? Creo que no: más bien los propone la Iglesia católica como ejemplo por su testimonio de fe y de vida cristiana. ¿Por qué, entonces, una universidad laica tiene que tener semejantes patronos como ejemplo a seguir?

Señor rector: por coherencia, cambie los patronos (o los días festivos del calendario) de la UCM. En todas las áreas y facultades hay un elenco de grandes hombres y mujeres, de grandes profesionales, que no son santos. Es absurdo que una universidad laica tenga como patronos (o que celebre sus festividades) a santo Tomás de Aquino, san Alberto Magno, san Isidoro de Sevilla, san Francisco de Sales, san Raimundo de Peñafort, san Lucas Evangelista, san Fernando, santa Apolonia, san Vicente Ferrer...

¡Ah! Se me olvidaba. Suprima también al principio de los actos académicos el canto del Veni Creator"; es absurdo que una universidad laica se encomiende a la tercera persona de la Santísima Trinidad, que le pida que ilumine sus mentes, y que proclame que "la gloria sea para Dios Padre, su Hijo muerto y resucitado y para el Paráclito (=Espíritu Santo) por todos los siglos de los siglos" (así es como acaba el himno).