"Debe recuperarse el teatro como altavoz de la realidad"

La compañía vitoriana Traspasos Kultur estrena hoy El tiempo herido, una obra de José Antonio Pérez dirigida por Mikel Gómez de Segura (Rentería, 1953). Al principio iba a ambientarse entre el 23-F (1981) y el 11-S (2001), pero al final es el 11-M el fondo de la historia paralela vivida por cuatro médicos que, al salir del turno de noche, sufren un accidente de tráfico esa fatídica mañana de 2004. Estrenar justo hoy no les parece "ni oportuno, ni oportunista".

Pregunta. ¿Es esta obra una recreación de los hechos del 11-M?

Respuesta. No directamente. Siempre hemos trabajado mucho la otra cara de los acontecimientos. Montamos Pepe el Romano, en torno a lo que pasaba fuera de La casa de Bernarda Alba, y Mario, por alusión, sobre lo que cuenta el protagonista de Cinco horas con Mario, que no estaba muerto. En este caso la referencia inicial es que el 11-M pasaron muchas más cosas. Es una historia que tiene su propia entidad y desarrollo, aunque cuando parece que todo va centrado hacia el tema de la culpabilidad por un accidente, los personajes se enteran de lo que ha sucedido ese 11-M y así el debate sobre los códigos morales se universaliza.

P. No será fácil tratar un tema como el terrorismo sin herir sensibilidades.

R. Evidentemente. De hecho, han sido siete meses en los que hemos roto más de nueve textos donde siempre se hablaba de la existencia del islamismo y el terrorismo, y se convertía en algo absolutamente panfletero. Al final, lo que más nos interesa es qué pensamos ante ese terrorismo y la inseguridad que acarrea.

P. ¿La conclusión es que el mundo está muy mal?

R. Sí, pero en el fondo hay un tono de ironía y comicidad en el espectáculo, la estructura es cómica.