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Reportaje:UN AÑO DESPUÉS DE LA MATANZA

Las estaciones del miedo y del recuerdo

Empleados y viajeros de las zonas afectadas por los atentados del 11-M siguen luchando por recuperar la normalidad

Nadie habría adivinado ayer que quedaban 24 horas para que se cumpliera el primer año desde que España vivió uno de los días más tristes de su historia. Las estaciones donde se dio cita la tragedia y la muerte respiraban a un ritmo normal, apenas entorpecido por la presencia de periodistas. En Atocha, El Pozo y Santa Eugenia, donde hace un año explotaron las bombas colocadas por terroristas islamistas dentro de los vagones de cuatro trenes, todos llevaban su dolor por dentro, en las taquillas, en los andenes, en los comercios...

En la estación de El Pozo, dos operarios daban los últimos retoques de pintura a las señales indicadoras con el nombre de la estación. En Santa Eugenia, los andenes presentaban un aspecto desértico a las tres de la tarde y en Atocha el trasiego de algunos se interrumpía para acercarse a las dos pantallas gigantes donde se pueden dejar mensajes en recuerdo de las víctimas, que se sumaban a los 51.900 depositados desde que se habilitó este espacio. No hubo ni velas, ni flores, ni ningún otro objeto porque un vigilante se ocupaba de advertir de que no estaba permitido. "Por motivos de seguridad", comentaba el jefe de Cercanías de Atocha, Antonio Sánchez Escobar.

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El viaje del silencio

El tiempo ha hecho que en los últimos meses, incluso el olvido de una mochila por parte de algún viajero no provoque escenas de pánico. Julio, uno de los interventores, comenta que tanto para los viajeros como para los trabajadores de las estaciones "no queda más remedio que volver a la normalidad, porque no puedes estar permanentemente en la psicosis". Otros, no pueden ocultar su aflicción: "No quiero recordar, ni ver la televisión", indica un taquillero con ojos disgustados. El jefe de Cercanías de Atocha señala que entre los trabajadores mantienen el sentimiento por lo ocurrido "pero con el ánimo de seguir adelante con normalidad".

Revivir la tragedia

Pero quienes trabajan y transitan en las estaciones reconocen que es difícil afrontar el aniversario sin recordar el dolor y la pena de aquellos días. Gemma lleva cinco años vendiendo prensa en la estación, todavía se asusta cuando ve correr a los vigilantes de seguridad, y lleva toda la semana nerviosa: "Con todos los reportajes que se están haciendo es como volver a revivir lo mismo". Próxima a su puesto de prensa, tras el mostrador de una tienda de bolsos, Sara reconoce que todavía no se ha recuperado del impacto: "Es como si hubiera sucedido ayer, todos los días te lo recuerda la gente que se acerca y te pregunta dónde están las velas. Todos los días. Si tuviera otro trabajo me iría".

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Cerca de allí dos empleadas de Grandes Líneas de Renfe muestran su temor a que un atentado de estas características pueda repetirse. "No hemos notado que se haya incrementado la seguridad. Hay más policía cuando viene un ministro que los días normales, con la cantidad de viajeros que pasan a diario por aquí [unos 462.000]".

Algunos familiares encontraban ayer consuelo mirando las imágenes que proyectaban continuamente las dos grandes pantallas, en las que se reflejaba la solidaridad que se despertó tras la tragedia. Como Daniela, hija de uno de los miles de heridos. Su padre todavía no puede mover la parte derecha del cuerpo. "Estos días está especialmente callado y ausente", dice, medio llorando. "No quiere leer los mensajes ni ver la tele". La familia de Daniela, que procede de Ecuador, todavía no ha recibido ayudas económicas. Los heridos más graves tienen que esperar a ser dados de alta para que haya una evaluación médica y puedan recibirlas. "Pero el dinero no nos preocupa. Lo importante es tenerle con nosotros".

Para muchos viajeros el dolor y el miedo sigue estando muy presente. "La gente sigue asustada aunque no lo diga", comenta Marisol. Pero para algunos no queda más remedio que subir a los vagones, su único medio de transporte. Mari Luz, empleada del hospital Ramón y Cajal, que viaja cada día en la línea que atraviesa el corredor del Henares, ya no lee cuando sube al vagón. Ahora sólo mira a la gente y sus manos, cuidando de que nadie se deje una mochila.

Sin embargo, otras personas que vivieron muy de cerca la tragedia vuelven a retar cada día a sus temores. Como Marisa, vecina de El Pozo. Cuando oyó la explosión, bajó a buscar a su marido. "Fue la media hora peor de mi vida. Vi de todo hasta que le encontré". Él todavía espera una operación de un oído, del otro no oye del todo, "pero hace su vida normal. Al mes ya estaba trabajando". Ninguno de los dos dudó en volver a utilizar el servicio de cercanías. "Volvimos juntos la primera vez y ahora lo cojo a diario".

Otro de los lugares donde hoy se recordará a las víctimas, el Retiro, estaba ayer semidesierto. La policía impedía la entrada en la mayoría de los accesos al parque. Tan sólo los operarios y los medios de comunicación podían pasear por las inmediaciones de La Chopera, donde se ha situado el Bosque de Los Ausentes, un promontorio en el que han plantado tantos cipreses y olivos como víctimas hubo en los atentados. Los trabajadores de la empresa Tragsa, encargados durante los últimos dos meses del montaje del monumento en este lugar (previamente estuvo situado encima de la fuente de Atocha), daban los últimos retoques. Colocaban bancos de madera, plantaban los últimos árboles en los parterres cercanos e instalaban la tarima para las autoridades.

Peticiones raras

Más de 35 televisiones, decenas de emisoras de radio y otros tantos medios impresos se volcarán esta mañana en las estaciones donde hace un año se vivió la masacre. En los trenes que circularán a primera hora por el corredor del Henares se concentrarán periodistas de todo el mundo. En el exterior de la estación de Atocha los cámaras ultimaban ayer la preparación de sus equipos, mientras que dentro del vestíbulo, los operarios habilitaban una zona especial para la prensa, en la planta del vestíbulo.

Una portavoz de Renfe señala que se ha intentado facilitar el trabajo de los informadores, pero "evitando la parafernalia". La compañía asegura que tiene casi agotada su capacidad de sorpresa, porque después de Navidad, cuando los medios comenzaron a planificar sus programas y reportajes especiales, se han encontrado con algunas "peticiones raras". "No voy a detallar las cosas que nos han solicitado porque no creo que proceda", indica la misma portavoz, "pero ha habido hasta quien ha querido que les facilitemos los medios para hacer una recreación de las explosiones".

Alumnos de la facultad de Medicina de la Complutense sueltan globos ayer en recuerdo de las víctimas del 11-M.
Alumnos de la facultad de Medicina de la Complutense sueltan globos ayer en recuerdo de las víctimas del 11-M.EFE

Los actos del día más triste

El silencio y la sobriedad, a petición de las víctimas, protagonizarán los actos del primer aniversario del 11-M, declarado día de luto oficial. Éstos son algunos de los actos destacados de la jornada:

- 7.37. Las campanas de las más de 650 iglesias de la Comunidad de Madrid repicarán a la hora en que estalló la primera bomba. Al mismo tiempo, la presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre, colocará una corona de laurel en la fachada del Gobierno regional, y el alcalde de la ciudad, Alberto Ruiz-Gallardón, guardará un minuto de silencio en Atocha. El resto de los concejales de Madrid se dividirán para estar presentes en los cuatro lugares donde explotaron las bombas.

- 9.00. El Consejo de Ministros aprobará medidas de atención a las víctimas y contra el terrorismo internacional. Una hora más tarde, en el Ayuntamiento de la capital se celebrará un pleno extraordinario.

- 12.00. Los ayuntamientos e instituciones de toda España han convocado cinco minutos de silencio. Renfe detendrá sus trenes y los medios de comunicación interrumpirán su programación.

- 12.00. Se inaugura en el madrileño parque del Retiro el Bosque de los Ausentes. Los Reyes realizarán una ofrenda floral y presidirán un acto sin discursos, en el que participarán, entre otros, los Príncipes, el presidente del Gobierno y los embajadores de los 16 países que perdieron a alguno de sus ciudadanos. También se espera la presencia de mandatarios como el Rey de Marruecos. El Bosque de los Ausentes se abrirá al público a 15.00.

- 13.00. La Asociación de Víctimas del Terrorismo realizará en el parque del Retiro una ofrenda floral que culminará con la lectura de un manifiesto en recuerdo de las 1.204 víctimas del terrorismo.

- 20.00. Funeral en la Catedral de la Almudena, en Madrid.

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