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"¿Qué propones?" pregunta abierta para la reforma de la Gardunya

Ciudadanos, instituciones y entidades podrán participar en el proceso

La plaza de la Gardunya es la última pieza del proceso de reforma del Raval, en Barcelona. Esta plaza, detrás del mercado de la Boqueria, es un espacio desordenado, marcado por un aparcamiento, los porches que antes ocupaban puestos junto a la calle de Jerusalem y edificios afectados que dan a la del Carme. Las propuestas de reforma que se han ido planteando no han prosperado. Ahora el distrito abre un debate ciudadano: "Tú, ¿qué propones?".

No se trata de un proceso de participación al uso, en el que un proyecto básico se somete a debate. Aquí no hay proyecto de salida porque lo que se plantea es conocer las preferencias, opiniones y sugerencias sobre el futuro de la plaza de la Gardunya y su entorno. Este entorno es amplio porque la reforma abarca el perímetro formado por las calles de Hospital, Carme, Egipciacas y La Rambla. De hecho, la plaza de la Gardunya es la última pieza que queda después de la apertura de la plaza del Doctor Fleming (realizada en 1991 tras derribar los números 41 y 43 de la calle del Carme), la reforma del mercado de la Boqueria (1998-2001) y la rehabilitación de los porches de éste (2003). En ese contexto, el arreglo de la plaza de la Gardunya tiene ya cierta urgencia.

¿Qué hacer con el aparcamiento?, ¿soterrarlo del todo y que se amplíe para la carga y descarga o anularlo? ¿Qué hacer con los edificios de viviendas afectados con frente a la plaza del Doctor Fleming? ¿Edificar equipamientos o apostar por espacio abierto? Éstas son algunas de las cuestiones que se plantean en el momento de reformar ese espacio. "Queremos partir de la pluralidad de propuestas", explicaba ayer el concejal del distrito, Carles Martí, que ha decidido introducir este novedoso sistema de debate sobre un proyecto urbanístico.

Las sugerencias y propuestas serán tenidas en cuenta para realizar el proyecto de reforma. Pero la decisión seguirá en manos de los responsables del distrito. "Claro está", precisa Martí.

La participación empezará el próximo 1 de abril y estará abierta a todos los ciudadanos que quieran aportar ideas, bien por correo electrónico -ciutatvella @mail.bcn.es- o dirigiéndose a las oficinas de Foment de Ciutat Vella, donde una persona atenderá a los ciudadanos, que si lo prefieren podrán rellenar una tarjeta con sus opiniones. Entre abril y mayo se organizarán debates y reuniones informativas con entidades e instituciones relacionadas con la plaza de la Gardunya; entre arquitectos que han tenido alguna relación con la reforma de la plaza; con técnicos y especialistas del Colegio de Arquitectos que han participado en obras de transformaciones urbanas y también con generadores de opinión especializados en urbanismo. Después, los responsables del distrito evaluarán las propuestas -que quedarán reflejadas en la memoria participativa- y finalmente se elaborará una propuesta de proyecto. Todo eso está previsto llevarlo a cabo durante este año ya que a principios de 2006 se espera someter el proyecto a exposición pública. "Queremos que la reforma de la plaza y su entorno empiece antes de que acabe el mandato", aclaró el concejal del distrito.

De momento, en el distrito ya se ve claro que la resolución del aparcamiento es una pieza fundamental. El estacionamiento, además de ocupar un espacio calificado de equipamiento, suele originar no pocas retenciones los sábados -por la afluencia masiva de compradores al mercado- o cuando se celebra alguna sesión en el Liceo. La posibilidad de soterrar y ampliar el aparcamiento para que las furgonetas y los camiones que abastecen la Boqueria carguen y descarguen su mercancía, tal como se ha hecho en el nuevo mercado de Santa Caterina o en el reformado de la Concepció, está casi descartada por dos motivos: porque las rampas se comerían la plaza y porque se llegaría a la capa de agua freática, tal como ocurrió en el Liceo reconstruido. Eso, además, dispararía el coste de construcción y supondría un tiempo largo de obras, y eso sí que está claro que se quiere evitar: "No queremos que pase como en Santa Caterina, donde el proyecto se ha alargado mucho más de lo previsto", matizó Martí.

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También se deberá decidir si se afectan, o desafectan, algunas viviendas del entorno de la plaza, como las situadas encima del pasaje 1800, que parte de la calle del Carme y se asoma a la plaza de la Gardunya. De hecho, la línea de edificabilidad vigente es mayor, y si no se varía se podrían construir más viviendas.

El rincón del desorden

El derribo del antiguo convento de monjas de Santa Maria de Jerusalem, a finales del siglo XIX, dio lugar al espacio actual de la plaza de la Gardunya. Actualmente es un punto neurálgico de Ciutat Vella que se pretende potenciar como otro eje desde La Rambla para contrarrestar la tendencia de paso hacia el Barri Gòtic.

A principios de 1914, la plaza de Sant Josep -la Boqueria- se cubrió con una estructura metálica. Lo mismo ocurrió años más tarde en la plaza de la Gardunya. En la década de 1950 se destinó a aparcamiento y se convirtió en un espacio al servicio del mercado. El diccionario nomenclátor de las vías públicas de Barcelona indica que su nombre responde a que fue la parte más oscura y desordenada de la Boqueria. En 1967 empezaron las obras para soterrar el aparcamiento. La plaza está rodeada de edificios catalogados y protegidos, como el conjunto del antiguo hospital de la Santa Creu, el Palau de la Virreina y otros como el número 31 de la calle del Carme, justo encima del pasaje 1800.

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