Actividad en declive

La actividad de los inversores ha quedado como en suspenso después de que los indicadores económicos publicados la semana pasada cuestionaran la solidez de la recuperación.

Si hace apenas tres semanas en los mercados de valores se dio por finalizado el recorrido alcista basado en los resultados empresariales, ahora se echa en falta un buen argumento que tome el relevo como soporte de nuevos tanteos alcistas.

La ausencia de datos económicos de esta última sesión impidió que las tomas de decisiones arrastraran a las cotizaciones en un sentido determinado, lo que dio como resultado una sesión casi plana, en la que, no obstante, hubo algunas alternativas que jugar. La apertura fue medianamente positiva debido a que se hizo bajo la influencia de la subida de Wall Street del pasado viernes, pero poco a poco papel y dinero fueron equilibrando sus posiciones hasta llevar al Ibex 35 a un avance del 0,08% al cierre de la sesión. El índice general de la Bolsa de Madrid terminó con una ganancia del 0,16%.

El actual nivel de ambos índices, en una zona relativamente alejada de cualquier presión, permite que se den este tipo de sesiones, en las que nadie se juega nada y en las que los tanteos, a la compra o a la venta, no buscan sondear la capacidad de la contrapartida y no son, por tanto, el preludio de más actividad.

La contratación en el mercado continuo descendió hasta los 2.372,08 millones de euros, pero las operaciones "abiertas" cayeron por debajo de los 1.900 millones de euros, una cifra que dice por sí misma lo que fue esta jornada.

Tampoco en el resto de las bolsas europeas se produjeron movimientos importantes en los índices, aunque en la eurozona consiguieron cerrar al alza. París ganó el 0,40%, y Francfort, el 0,10%, mientras que la Bolsa de Londres perdía el 0,18%.

La Bolsa de Nueva York, que el viernes hizo una valoración muy optimista de una coyuntura económica débil, al considerar los inversores que las subidas de tipos serán muy lentas, ganaba el 0,29% a media sesión.