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AUTOMOVILISMO | Gran Premio de Australia de fórmula 1
Columna
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'Ventaja' para el campeón

El Gran Premio de Australia no ha resuelto las incógnitas que se plantean en cada inicio de temporada. La de ayer fue una carrera marcada por la intensa lluvia que cayó en la primera cronometrada de clasificación del sábado, que dejó a algunos de los mejores pilotos con sus posibilidades limitadas. Sin embargo, hay aspectos que sí quedaron claros. Y uno de ellos es que Renault ha realizado un trabajo extraordinario durante el invierno y que comienza ya con un gran coche. Más que la propia victoria de Fisichella y del tercer puesto de Alonso, impresionante toda la carrera, lo que da credibilidad a la escudería francesa es la comodidad con que ganó el italiano y la sensatez del equipo en todos sus planteamientos.

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Fisichella, a quien siempre he admirado, realizó una gran carrera y la controló desde la primera vuelta. Hizo varias vueltas rápidas al principio, cogió distancia y después se limitó a administrar su ventaja. Tuvo mucha suerte porque los únicos que ayer podían cuestionar su dominio eran Trulli (Toyota), que tuvo problemas en los boxes y perdió todas sus opciones, y Raikkonen (McLaren), a quien se le caló el motor en la salida y tuvo que salir desde el pit-lane. Sin embargo, el potencial de Renault se hizo más patente incluso en la remontada que realizó Alonso para pasar de la 13ª posición, en la que comenzó la carrera, hasta el último peldaño del podio, la tercera posición, en la que concluyó.

Tras ser uno de los agraviados por la lluvia el sábado, Alonso luchó como un condenado, sin respetar nada, ni el motor ni los neumáticos, y no perdió los nervios cuando durante varias vueltas estuvo tapado por Villeneuve (Sauber) y por otros pilotos. Insistió en su ataque, trabajando duro, manteniendo la concentración y sacando el máximo rendimiento tanto de su coche como de la estrategia del equipo. Pudo constatarse que Michelin ha hecho un gran neumático porque Alonso llegó con grip a la parte final de la carrera y que Renault ha logrado un motor muy fiable y que ha trabajado mucho en la reducción de consumo de gasolina. Este aspecto se convirtió en un arma crucial tanto para Fisichella como para Alonso, que tardó tres o cuatro vueltas más que los demás en agotar su depósito, ganando ahí las posiciones que le permitieron subir al podio.

Pero no sólo Renault demostró cosas buenas. También Bridgestone y Ferrari mostraron un poderío que apenas se les había visto en la pretemporada, con la segunda posición de Barrichello y la remontada que estaba realizando Michael Schumacher cuando Heidfeld (Williams) le echó de la carrera. Desde un punto de vista estratégico, este hecho beneficiará al alemán en la próxima carrera, en Malaisia, porque tuvo que cambiar el motor tras la segunda cronometrada y corrió sólo 43 vueltas. Eso supone que mientras su motor llevará 227 kilómetros el de sus rivales habrá recorrido ya alrededor de 400 en el próximo gran premio.

Otro aspecto positivo del GP de Australia fue la recuperación que demostró la escudería McLaren Mercedes. Tienen un coche muy rápido y no pudieron constatar aún su potencial por los errores de Montoya y la mala suerte de Raikkonen. Sin embargo, en Malaisia estoy convencido de que veremos ya a Renault, Ferrari y McLaren luchando por la victoria.

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