La policía no ha arrestado a todos los implicados en el asalto y quema de las naves chinas medio año después

Medio año más tarde, la investigación sobre el asalto y quema de dos naves de zapatos de empresarios chinos en el polígno indistrial de Carrús, Elche, sigue abierta. Los agentes han detenido ya a 40 personas, todas ellas, empresarios, trabajadores y algunos desempleados del sector calzado, que el pasado 16 de septiembre estuvieron en los disturbios. De los detenidos, 30 ya han prestado declaración ante el juez que lleva el caso y han sido puestos en libertad con cargos. La investigación continua abierta y se esperan nuevas detenciones.

Se les imputa un posible delito de desórdenes públicos y daños, aunque cuando comience el proceso, la calificación de los hechos será más detallada, ya que deberá incluir delitos como los daños causados a la propiedad ajena y pública o la asistencia a una manifestación ilegal. El inspector de la policía nacional que lleva el caso señala que "estas personas acudieron a una manifestación cuya convocatoria ya era ilegal porque en los panfletos se especificaba que se iban a volcar contenedores, se les convocó ya para cometer un delito". Esta circunstancia agrava la simple presencia en el lugar, que muchos de los detenidos han alegado. Los investigadores creen que en algunos casos la acumulación de cargos puede hacer que haya pena de cárcel. La mayoría de detenidos, sin embargo, no tiene antecedentes penales por lo que, aunque se les condenara a penas de cárcel, probablemente no serán recluidos.

El juzgado de Instrucción numero 2 de Elche dirige la investigación. Se han solicitado a las televisiones locales, vía judicial, las cintas con las imágenes que grabaron esa tarde. Todavía deben tomar declaración al menos 10 detenidos y posiblemente haya alguno más. Otra actividad que desarrolla el juzgado es la valoración de los daños que se produjeron con motivo de estos incidentes.

Los disturbios se originaron con motivo de una protesta convocada "contra la entrada ilegal de calzado chino". De forma anónima mediante panfletos y mensajes al teléfono móvil, se hizo el llamamiento que consiguió reunir a medio millar de personas.