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Entrevista:CÁNDIDO CONDE-PUMPIDO | Fiscal general del Estado

"Me siento como en la silla eléctrica"

Pregunta. ¿Qué pecados tiene que hacerse perdonar como progre para mantener de número dos a José María Luzón?

Respuesta. [Largo silencio] Bueno, ha estado prestando un servicio mucho tiempo y está próximo a la jubilación. No sería justo que en este momento se le cesase.

P. O sea, que no es porque temiera que, al irse Cardenal, esto se quedara sin Opus.

R. No, no. No es algo que me preocupe.

P. Parece que hay cola para querellarse contra usted: el PP, Manos Limpias... ¿Qué les ha hecho?

R. Actuar como creo que debo hacerlo.

P. ¿Lo más rentable es una de cal y otra de arena?

R. El trabajo del juez y del fiscal exigen necesariamente una de cal y otra de arena.

P. ¿Usted cómo está?

R. Bien. Ilusionado y con un trabajo difícil. En ocasiones me siento como si estuviera sentado, en vez de en el sillón de fiscal general, en la silla eléctrica.

P. Aspiró al Constitucional. ¿Molesto? ¿Pelín frustrado?

R. No. Aspiraba al Tribunal Constitucional en una situación política diferente. Con un Gobierno como el actual, las posibilidades de la Fiscalía General del Estado son infinitamente mayores.

P. Porque a usted le gusta estar en misa y repicando.

R. Sí. También en la vida me gusta tener una posición activa.

P. De uno a diez, ¿qué nota pone a su ministro?

R. Siete.

P. Si no es por su padre no aprueba las oposiciones. Tuvo que intervenir, porque era usted muy rojeras.

R. Yo era dirigente del Sindicato Democrático de Estudiantes. Y entonces eso podía ser un obstáculo para llegar a magistrado. Me ayudó mi padre y también el de Mariano Rajoy.

P. ¿Por qué teléfono le llaman de Moncloa?

R. Por ese teléfono blanco. Pero suena poco.

P. ¿Y qué le dicen: "Cándido, te estás pasando", o "Lo de Luzón, ni de coña"?

R. Je, je. Me piden información. Pero nunca, hasta ahora, para indicar una actuación.

P. ¿Qué excita su celo?

R. Hacer justicia.

P. Su mujer es juez. ¿Fallan juntos?

R. Sobre todo, reflexionamos juntos.

P. Porque la familia que falla unida, permanece unida.

R. Sí [ríe].

P. Como gallego, ¿usted va o viene?

R. Me siento formando parte de un cierto poder gallego que se ha instalado en la meseta. Y me siento orgulloso de ello. Todos los gallegos vamos y venimos, según el momento.

P. Cite las principales cabezas de ese poder mesetario.

R. Es una fuerza que viene del noroeste: la presidenta del Constitucional, el delegado del Gobierno en Madrid, el secretario de Organización del PSOE y, llegando al noroeste, el presidente del Gobierno y el ministro del Interior, que son de León, y eso es prácticamente Galicia.

P. Defiende el aumento de sueldo para el ministerio fiscal. ¿No llega a fin de mes?

R. Me refería a los fiscales. Yo, personalmente, cobro como alto cargo y me llega. Con la ayuda de mi mujer.

P. ¿Cómo demostraría su procedencia: ¿cocinando un pulpo? ¿Bailando una muñeira? ¿Tocando la gaita?

R. Comiendo marisco.

P. ¿Se da cabezazos ante el Apóstol?

R. Sí, sí. Yo estudié en Santiago, e íbamos a darnos de cabezazos contra el Santo dos Croques. Nos ayudaba a despertarnos después de la resaca.

P. ¿Suflé catalán o besugo vasco?

R. Besugo vasco.

P. ¿El suflé catalán tiene mala digestión?

R. Bueno, como fiscal he procurado que se abriese una investigación sobre el Carmel y el 3% en las obras. Los catalanes llevan los temas políticos con bastante seny. Por eso me gustaría que se tranquilizaran los ánimos.

P. ¿Y cómo acabará cocinado el besugo vasco: al horno, a la espalda, a la bilbaína?

R. A la espalda.

P. ¿Qué le hubiera gustado, de no llegar a jurista?

R. Ser arquitecto. Ser urbanista, y planificar ciudades. Es lo que dibujaba cuando era niño. Ciudades para divertirse y para vivir con menos coches.

P. ¿Y de mayor?

R. Querría ser fiscal general.

Cándido Conde-Pumpido, fotografiado el miércoles en la Fiscalía General del Estado.
Cándido Conde-Pumpido, fotografiado el miércoles en la Fiscalía General del Estado.GORKA LEJARCEGI

PERFIL

Con 55 años y tres hijos, el fiscal recuerda que de niño jugaba a policías y ladrones, y estaba claramente con estos últimos. Le gustan las novelas de humor y los 'best sellers', reconoce que no es la alegría de la huerta y se confiesa amante del 'marmitako', de Julia Roberts y del Depor. Monta a caballo, nada y disfruta con sus amigos.

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