Música y algoritmos
La crisis empuja a las casas discográficas a servirse de un programa informático, el Hit Song Science (HSS), que evalúa las posibilidades que tiene una canción de convertirse en éxito
Éxitos millonarios y fracasos estrepitosos: dos extremos que en música están muchas veces peligrosamente cerca. Sueños y pesadillas divididos por una sutil línea de sombra que significa para una casa discográfica millones de euros. Un asunto muy serio, sobre todo en tiempos de vacas flacas, como son los que está pasando el mercado español de la música tras perder el 12,6% de facturación en 2004 (el 32% desde el 2000). La causa, según los productores: Internet y la piratería. ¿La solución? Según algunos, el Hit Song Science (HSS). Un programa informático.
El HSS es un sistema que evalúa las potencialidades que tiene una canción de convertirse en un éxito. Elaborado y comercializado por Polyphonic HMI, una empresa catalana, el programa fue lanzado hace tres años. En los últimos meses, cada vez más discográficas han decidido recurrir a sus servicios y, entre ellas, multinacionales como EMI (sección EE UU y RU) y Sony (RU). La prensa internacional -desde Le Monde hasta The Guardian- no para de hablar de ello. Y algunas emisoras de radio también han empezado a utilizarlo. Pero, ¿qué significa todo esto? La música tiene que ver con las matemáticas, ¿pero no hay algo espiritual en ella, algo que no puede ser expresado en algoritmos y entendido por un ordenador?
"Las cuestiones empresariales cuentan cada vez más que las musicales" (Mastretta)
'The New York Times' seleccionó el HSS como una de las 60 ideas del año 2003
Nacho Mastretta, uno de los músicos españoles de mayor prestigio, opina que "cosas como ésta invitan a reflexionar sobre dónde van las cosas. Hay una inercia en la que las cuestiones empresariales cuentan cada vez más que las musicales". Lo que importa es ganar dinero, "y los músicos tenemos cada vez menos libertad. Hay que ser guapos, hay que hacer videoclips. Hay que hacer un disco, incluso si tienes que meter siete canciones de relleno. No tengo derecho a quejarme, porque yo también acepto las reglas del juego. Pero me entristece". Y luego añade: "Bueno, igual mejor que nos juzgue una maquina bienintencionada que un ejecutivo malintencionado...". Está claro que una máquina que pudiera prever con certidumbre éxitos y fracasos sería una gallina de los huevos de oro.
"Nosotros estamos evaluando el programa y negociando con Polyphonic HMI", cuenta Enric Tejada, director artístico de Vale Music -discográfica de David Bisbal y David Bustamante-. "En EE UU ya lo utilizan mucho; en España, todavía no. Yo creo que puede ser una herramienta muy útil. Pero, claro, dudo que pueda sustituir al oído humano".
La idea que está en la base del programa -según su creador, el físico Antonio Trías Bonet- es que "hay puntos de equilibrio en la música. Cuando las distintas variables que la componen encuentran una relación correcta, el cerebro, por razones genéticas o culturales, reconoce estos puntos... y ese reconocimiento provoca placer". De ahí los escalofríos cuando escuchamos Mozart o U2. Así que cuanto más se acerca una canción a estos puntos de equilibrio, más posibilidades de éxito tiene. Para averiguarlo, el sistema compara la canción analizada con las de una base de datos según varios parámetros (ritmo, armonía, melodía...). La base está integrada por un millón y medio de canciones seleccionadas a partir de las más vendidas de la revista especializada americana Billboard. Cuando en la comparación existen simetrías, entonces hay posibilidades.
A través de Internet, cualquiera puede utilizar el sistema, en una versión sencilla, al precio de 50 euros por canción o 420 por un álbum. El informe profesional vale unos 5.000 euros. Jimena Llopis, consejera delegada de Polyphonic HMI, explica: "Hay jóvenes que piden un informe para luego enviarlo a la discográfica junto con la maqueta". Además, dentro de poco estará disponible también el servicio de sugerencia personalizada: será entonces suficiente señalar al HSS la música que se escucha habitualmente para que el programa indique otros grupos y autores que estén en sintonía con el gusto perfilado.
Polyphonic HMI subraya que el HSS -que fue seleccionado en 2003 por el New York Times Magazine como una de las "60 ideas del año"- podría empujar la renovación en el sector, ayudando a los responsables de las discográficas a tomar decisiones arriesgadas. La empresa afirma haber previsto el éxito mundial de Norah Jones, cuando los 8 grammies en 2003 por su disco Come away with me estaban todavía muy lejos. También sostiene haber contribuido a la afirmación de Maroon 5, analizando cuáles entre las canciones de su álbum Songs about Jane tenían que ser elegidas como singles.
HSS tiene límites: no puede tener en cuenta los textos y la calidad de la interpretación, el charme y el talento del artista. También, funcionando sobre una base de datos (es decir, sobre lo que ya está hecho), el sistema difícilmente puede reconocer la genialidad de algo absolutamente original. Sin embargo, que se trate de racional fe en la tecnología o de irracional esperanza en evitar los fracasos, el mundo de la música parece abrir sus brazos a los vaticinios del HSS.
Babelia
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