Para bailar

Una vez más, estos resistentes de la escena rock steady madrileña han vuelto a dar en el clavo demostrando que cuando un grupo se ciñe a ser una orquesta de baile al estilo de las jamaicanas de los sesenta y lo hace bien, la cosa resulta y el público disfruta con una hora y pico de buen reggae. Capitaneados por el vocalista Rubén y el guitarrista Jaime, el grupo atacó los temas de su segundo disco, Maximun rhythm & reggae. Canciones propias concebidas para bailar, como Guilty o The whistle; temas que no eluden la problemática social, como Children da rua y, sobre todo, increíbles versiones de clásicos traídas a su terreno, como fue la extraordinaria interpretación de Orfeo negro / Manha de Carnaval, hicieron que el concierto tuviera un nivel más que digno. Hay que resaltar a dos músicos que supieron tejer el ambiente sugestivo y envolvente que los temas requerían: el teclista Gerónimo García y Agustín González. Ellos dos y sus compañeros volvieron a ofrecer una actuación de alto nivel.