EE UU acoge con cautela la reforma electoral de Egipto
La Administración de Bush ha reaccionado con cautela al anuncio realizado el pasado viernes por el presidente de Egipto, Hosni Mubarak, de enmendar la Constitución para revisar la ley electoral y permitir elecciones presidenciales directas y plurales. "Esto parece ser un paso en la dirección de un sistema político más abierto, y le damos la bienvenida", dijo Steven Pike, un portavoz del Departamento de Estado. Pero al mismo tiempo, diversos altos cargos de la Administración aseguraron que querían tener más información antes de saber qué importancia tenía el anuncio. "Queremos ver los detalles", manifestó un responsable de la Administración de Bush. "Estamos esperanzados, pero hasta que veamos exactamente qué es lo que el Gobierno pretende, es demasiado pronto para lanzar las campanas al vuelo".
Entre los detalles que permanecen desconocidos está el hecho de saber cómo de libres serán los candidatos de la oposición a la hora de hacer campaña, teniendo en cuenta que el Estado controla los medios de comunicación, y si el Gobierno de Mubarak permitirá manifestaciones de apoyo a los candidatos en liza, así como si se abrirá el país a observadores internacionales.
El pasado viernes, el presidente egipcio, Hosni Mubarak, sorprendió con un anuncio. Tras varios meses de silencio en los que crecieron la protesta y el malestar social, Mubarak anunció en un insólito discurso que concedía a los opositores una de sus principales reivindicaciones. "He pedido al Consejo de Shura [especie de Senado] y al Parlamento que enmienden el artículo 76 de la Constitución, relativo a la elección del presidente, y que sugiera el mecanismo más apropiado para esta era de la historia de nuestra nación", dijo Mubarak.
Elecciones directas
"La elección del presidente debe ser directa, por sufragio secreto, con oportunidades para todos los partidos políticos y con garantías de que haya más de un candidato, para que la gente pueda elegir a quien desee", agregó Mubarak. Hasta ahora, el Parlamento designaba al presidente, que después se sometía a referéndum, lo que ha permitido a Mubarak, en el poder desde 1981, ser reelegido cuatro veces.
El anuncio de Mubarak llega después de mucha presión desde Washington reclamando cambios democráticos en Oriente Próximo y justo un día después de que la secretaria de Estado norteamericana cancelase un viaje a Egipto. Dicha cancelación se debe en gran medida a que Washington se siente molesto por la encarcelación el mes pasado de Ayman Nur, un importante opositor político que permanece en prisión.
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