Funcionan los soportes

La Bolsa española se anota la segunda semana consecutiva de recortes por las retiradas de beneficios de los inversores. Aun así, los soportes han funcionado y las cotizaciones se encuentran en una zona tranquila desde la que plantear nuevas estrategias. El Ibex 35 ha perdido el 1,36% en esta semana.

La incapacidad de las cotizaciones para mantener la orientación alcista por encima de las previsiones de los analistas ha provocado una amplia retirada de beneficios que, en algunos momentos, ha llegado a poner a los índices al borde de una caída más importante.

El Ibex 35 acumula un descenso del 1,36% en la semana para cerrar en 9.439,70, aunque en la sesión del miércoles llegó a caer hasta los 9.261,40 puntos, un nivel que ha actuado de soporte y que, por el momento, aparece como la única defensa válida para un mercado con pocos argumentos positivos.

La contratación en esta semana ha sido ligeramente superior a la de la anterior, sobre todo en las operaciones "abiertas" entre particulares, con una media de 2.626,99 millones de euros, más del 10% superior a la del ciclo anterior. Esta presencia de dinero es el único elemento positivo que ha aportado el mercado, que sigue teniendo en la liquidez su mejor baza.

Una de las cuestiones que más han preocupado a la inversión en estos días se refería a los tipos de interés, cuya subida se da por segura y que, debido a algunas ventas masivas de títulos de empresas eléctricas en la sesión de apertura, parece amenazar la rentabilidad por dividendo, un factor de peso en algunas carteras que algunos analistas han defendido como argumento para estar en el mercado.

Los indicadores económicos conocidos a lo largo de la semana han venido a dar, en parte, la razón a los que esperan presiones monetarias. El PIB de Estados Unidos del último trimestre del pasado año se revisó hasta el 3,8% desde el 3,1% previo, al tiempo que la masa monetaria de la eurozona, activos en manos del público y otros activos a corto plazo, crecía el 6,6% en enero, un exceso de liquidez muy por encima de lo que el BCE considera necesario para contener la inflación.

La Bolsa española se ha dejado llevar por el ambiente y ha llegado a acumular un recorte del 2,30% en dos sesiones, a pesar de que los resultados empresariales que se han ido conociendo a lo largo de la semana invitaban más a mantener posiciones que a deshacerlas.

Aunque los datos económicos no han sido buenos en general, algunos inversores han aprovechado la poca lógica de algunos recortes para tomar posiciones en valores españoles, ya que el crecimiento del PIB, del 2,7% para el año pasado, junto con el ritmo de generación de beneficios empresariales, parece garantizar estabilidad a medio plazo, incluso con los vaivenes provocados por las ventas de las grandes carteras que ya han cumplido sus objetivos.