Los partidos descartan el riesgo de involución autonómica pero creen que hay que estar alerta

25 años después de que los andaluces apoyaran en referéndum el acceso a su autogobierno, los partidos con representación parlamentaria no creen que exista riesgo de involución autonómica, pero sí que hay que estar "alerta" ante los intentos de algunas comunidades de plantear en sus respectivas reformas estatutaria una negociación bilateral con el Gobierno central que quiebre el principio de solidaridad. Al unísono sostienen que, en ese sentido, Andalucía puede ser de nuevo, como demostró el 28 de febrero de 1980, clave en una solución territorial equilibrada.

Para el secretario de Organización del PSOE andaluz, Luis Pizarro, los "principios" que los socialistas defendieron hace 25 años en el referéndum, en contra de que hubiera autonomías de dos velocidades, "están plenamente vigentes" hoy día en el que hay planteadas varias reformas estatutarias. "En algunas comunidades hay posiciones a favor de incluir modificaciones con un sistema de financiación unilateral y el PSOE andaluz está radicalmente en contra de esos planteamientos", asegura.

El socialista no cita a ninguna comunidad en concreto, aunque las inquietudes de este partido se dirigen más hacia Cataluña -donde el socialista Pascual Maragall preside un gobierno tripartito- que hacia el País Vasco. El PSOE sabe que el proyecto independentista del lehendakari Juan José Ibarretxe tiene nulas posibilidades de salir adelante y que la iniciativa catalana es la que puede generar más tensiones, especialmente en el interior del PSOE.

"Los andaluces tuvieron la intuición y el acierto, hace 25 años, de aprovechar el potencial de la Constitución y apostar por un proceso autonómico que le permitió contar con las herramientas necesarias para salir del subdesarrollo", sostiene Pizarro, quien subraya que, además, el referéndum "también frenó los intentos de carácter nacionalista de que en España hubiera autonomías de primera y de segunda".

Precaución

El presidente regional del Partido Popular, Javier Arenas, asegura que la situación política actual "nada tiene que ver" con la de hace 25 años, cuando se "se produjo un error histórico que llegó a provocar el agravio de los andaluces", afirma. En este periodo, Andalucía, sostiene, "ha cambiado mucho" en los terrenos político, económico y social y ha "consolidado" el autogobierno. "Otra cosa", precisa, "es que en este tiempo no hayamos salido de la cola de las listas del desempleo, pero eso no culpa de la autonomía, sino de las políticas que aplican los socialistas".

El dirigente popular insiste en que en Andalucía "no hay un problema autonómico, aunque el conjunto de España existe un problema territorial", por lo que la comunidad debe estar "precavida y atenta de que algunos pretendan resolver sus problemas bilateralmente" y dañe el principio de solidaridad nacional. En este sentido, Arenas mantiene que la posición y la decisión de Andalucía "es clave".

Según la portavoz parlamentaria de Izquierda Unida, Concha Caballero, lo que distingue el escenario del 28-F de 1980 y el de 2005 es la "muerte de la reivindicación". "Hace 25 años, Andalucía tenía muchos diferenciales respecto a otros territorios y, en estos momentos, aunque se ha avanzado muchísimo, qué duda cabe, la distancia con los citados territorios sigue siendo la misma. Estamos muy lejos de converger. Pero en 1980 la discriminación y el retraso sublevaron a los andaluces hasta el punto de conquistar su Estatuto, (el único en España que fue ganado a pulso y no otorgado) y ahora, sin embargo, falta rebeldía", argumenta Caballero.

"Como el debate autonómico también es social, pese a que se esté planteando como exclusivamente financiero, los territorios de menos renta nos vemos avasallados por un pensamiento muy de derechas, que ha ido creciendo, que dice que si faltan recursos y servicios en determinadas zonas es por su culpa". En esta línea, Concha Caballero dice que el hecho de que no se escuche la voz de Andalucía, por ejemplo, con la deuda histórica esconde "el complejo y la vergüenza que no es están inculcando los poderosos".

El secretario general del Partido Andalucía, Julián Álvarez, afirma que no se puede cuestionar 25 años después la expresión del pueblo andaluz respecto a la exigencia de su autogobierno que significó el 28-F. "Es indispensable que haya una movilización ciudadana y plantearse una reforma de la Constitución para cambiar el modelo autonómico". A su juicio, las condiciones de 1980 y las de 2005 no son las mismas y no se debe ver las futuras reformas en "clave de riesgo sino de oportunidades".

"Andalucía debería de estar consolidada como autonomía de primer nivel, sin embargo, tengo la sensación de que no es así, entre otras cosas, porque el presidente de la Junta, Manuel Chaves, está más interesado en jugar un papel de equilibrio frente a los planteamientos del norte que en hacer oír la voz de Andalucía".