La extraña peripecia de la estatua del Coliseo aparecida en Barcelona
La escultura iba a ser vendida en México en los próximos días
El Cuerpo Nacional de Policía (CNP) ha confiscado en Barcelona la estatua de un senador romano, del siglo II, que fue sustraída en el Coliseo de Roma en 1986. La pieza estaba en manos de un coleccionista de arte barcelonés que se la compró a un anticuario años atrás. El primero había pedido un permiso administrativo para venderla en México en los próximos días.
El camino que condujo a la policía hacia la escultura fue una solicitud de exportación definitiva presentada en diciembre de 2004 ante la Dirección General de Bellas Artes y Bienes Culturales, del Ministerio de Cultura. Éste es el trámite preceptivo para sacar de España una obra de arte de esas caraterísticas. El solicitante era un anticuario barcelonés que pretendía venderla en México.
La Brigada del Patrimonio Histórico del CNP investigó el origen de la estatua y envió una fotografía a sus homólogos italianos. Dos días después, éstos identificaron la estatua como la de un senador romano que fue robada hace casi dos décadas en el Coliseo Flavio, de Roma, por lo que pidieron su confiscación y tramitaron una comisión rogatoria internacional para asegurar que fuera devuelta.
La policía investiga en estos momentos cómo la estatua pudo salir de Italia y llegar hasta el anticuario. Las primeras pesquisas exoneran a éste de responsabilidad. El anticuario declaró ante el juez de guardia que la compró muchos años atrás a otro coleccionista de arte, ya fallecido. El que tramitara el permiso administrativo pertinente para sacarla de España subrayaría su buena fe, explica la policía.
La estatua marmórea mide 140 centímetros de alto (carece de cabeza) y 55 de ancho. A la espera de que sea devuelta a Italia, la escultura del senador permanece en el Museo Arqueológico de Cataluña, que se ha encargado de su conservación.
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