Carta de José Blanco

En la edición del diario EL PAÍS del 23 de febrero del presente año, en la sección Opinión del lector, una vecina del barrio madrileño de Chamberí mostraba su indignación por unas palabras mías la noche del 20-F en las que yo hice una referencia al número de noes registrados en barrios de Madrid tradicionalmente populares.

En ningún momento mis palabras fueron, ni intentaron ser, peyorativas o ridiculizantes con esos barrios ni con los votantes. Lo único que hice en aquella noche electoral fue hacer público un hecho objetivo y es que en los lugares de Madrid en los que el PP tradicionalmente cosecha un resultado espectacular en los procesos electorales el no tuvo mucha relevancia. Además, añadí que, como se puede constatar con los datos existentes, hay una derecha radical, y por tanto alejada del propio Mariano Rajoy, que no hizo caso de la consigna oficial del líder del PP de votar sí y optó por el no, seguramente para castigar al Gobierno de Zapatero.

Mis profundas convicciones democráticas me llevan, como no puede ser de otra manera, a respetar absolutamente a todos los ciudadanos y especialmente su derecho a votar con total libertad cualquier opción política democrática, por lo que difícilmente de mis palabras se pueden extraer conclusiones como las que esta vecina de Chamberí expresa en su citada carta.