Argentina espera que el 70% de los inversores acepte canjear la deuda

A punto de finalizar el proceso de canje de deuda argentina impagada, las órdenes de aceptación de la oferta del Gobierno argentino han saturado a los operadores internacionales y a las cámaras de compensación encargadas de tramitar el proceso. Aunque no habrá datos oficiales hasta el próximo lunes, el Ministerio de Economía argentino maneja cifras en torno al 70%, sobre un total de 81.800 millones de dólares, lo que constituiría un éxito del mayor proceso de reestructuración económica del país.

Aunque el ministro de Economía, Roberto Lavagna, se había puesto como meta un 50% de aceptación, ya hace una semana se había alcanzado el 45%, según confirmó el Bank of New York, entidad encargada de gestionar el proceso. Ayer, Merrill Lynch, Barclays Bank y la Unión de Bancos Suizos, bancos asesores en el canje, manejaban una cifra en torno al 60% o 70%. La avalancha de órdenes de aceptación se produjo en Estados Unidos y Europa.

El bono más solicitado fue, especialmente, el que acepta una quita del 66% respecto a la deuda original y es pagado en pesos argentinos. En torno a la moneda se está produciendo un fuerte movimiento especulativo debido a los rumores de inminente apreciación respecto al dólar.

Desde las 11.30 de ayer (16.30 hora peninsular española) permanecieron reunidos en la Casa Rosada el presidente argentino, Néstor Kirchner y su ministro de Economía siguiendo las últimas horas del proceso. La positiva acogida al proceso del canje coloca al Ejecutivo argentino en una posición más sólida con vistas a la negociación que debe mantener con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Irritación con el FMI

Por su parte, el director gerente del FMI, Rodrigo Rato, señaló que para que la operación sea considerada exitosa, el índice de aceptación "tiene que ser amplio e incluir a la mayoría de la deuda". Rato insistió en que el proceso tiene que hacerse "de buena fe", algo que irritó a las autoridades monetarias argentinas que no consideran precisamente una ayuda este tipo de afirmación en las horas cruciales del proceso.

El Fondo no descarta pedir la reapertura del canje para acoger a los bonistas que no hayan querido entrar en la operación.

Aún antes del cierre, está claro que habrá lugares donde el canje será un fracaso, como es el caso de Japón, donde los bancos locales reiteraron que la oferta argentina es "insuficiente" y acusaron al Gobierno de Kirchner de una actuación "unilateral". Los bancos japoneses quieren que Tokio presione a Buenos Aires para que haga otra oferta, opción contra la que se ha blindado Kirchner mediante la aprobación de una ley que se lo prohíbe.

Los economistas argentinos advierten de que, aunque el canje de la deuda impagada supere las mejores expectativas, no conviene ser demasiado optimistas. Sólo para este año el Gobierno de Kirchner deberá hacer frente al vencimiento de deuda por valor de 11.000 millones de dólares y otros indicadores amenazan con convertirse en un problema como la inflación, que fue del 1,5% en enero y puede situarse en febrero en torno al 0,8%.