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Reportaje:FÚTBOL | Liga de Campeones: las secuelas del Barça-Chelsea

Un regreso amargo

Mourinho deja una mala imagen de sí mismo y de su equipo en el estadio en el que se formó

José Mourinho buscó hacer ruido antes de volver a Barcelona y lo consiguió tirando de arrogancia al responder a quien le preguntó por el Barça: "En cien años ha ganado una Copa de Europa. Yo la he conseguido sólo en tres". "Y en la delantera, Drogba y Gudjohnsen", dijo la víspera del partido en rueda de prensa, al anunciar el once titular de su equipo. Mintió. El noruego se quedó en el banquillo y jugó el irlandés Duff, precisamente el hombre que forzó la jugada en la que Belletti marcó en propia puerta el único tanto del Chelsea. "Nunca he perdido dos partidos seguidos", subrayó también Mourinho. Perdió y se dio a la fuga, sin pasar siquiera por la sala de prensa, donde compareció un miembro del departamento de comunicación del Chelsea, que anunció que el club presentará una queja oficial ante la UEFA por los hechos sucedidos en el túnel de vestuarios. Ayer, en la sede de Nyón no había llegado documento alguno desde Londres y el Barça mantenía su teoría. "No pueden denunciar nada, porque no pasó nada", dijo un empleado del club, que presenció el saludo de Rijkaard con Frisk, el colegiado de la contienda.

"Si gana, sale y saca pecho. Pero sabía que la prensa le esperaba", dice Stoichkov

"Si gana, sale a la sala de prensa y saca pecho. Pero sabía que los periodistas le estabais esperando...", aseguraba ayer Hristo Stoichkov, que habló con Mourinho antes del partido: "Estaba muy tranquilo, yo creo que el lío no va con él, pero... me parece ridículo lo que hizo". El actual seleccionador búlgaro coincidió con el portugués cuando éste llegó acompañando a Robson al Barça.

Ni a Hristo ni a casi nadie de cuantos coincidieron con él en su etapa azulgrana les resultó extraña su conducta. Se le recuerda peleándose con Luis Fernández en San Mamés, después de un partido ganado por los leones en la época de Van Gaal. "En aquella ocasión, salió en defensa de nuestros jugadores", recordaba ayer un empleado del Barça, el mismo que explica lo que le pasó a Mourinho el miércoles: "Perdió el partido. Y no le gusta nada perder, su ego no lo tolera. Cuando marcó Eto'o, empezó a buscarse una excusa para desviar el tema".

En Manchester, en las semifinales de la Carling Cup contra el United (1-2, ganó Chelsea) esta temporada, ya se mosqueó por ver al entrenador contrario, en este caso Alex Ferguson, hablando con un árbitro. Pero ganó y salió a la rueda de prensa. "Es un tramposo, siempre intenta mediatizar a los árbitros", acusó a Ferguson. Populista y manipulador del entorno a través de la palabra, tira de un manual que parece escrito por Helenio Herrera y con la facilidad con la que despreció la trayectoria de Rijkaard como entrenador, castigó verbalmente a Arsène Wenger, el entrenador del Arsenal, cuando encontró razones, seguramente consciente de que el 80% de los cánticos que se escuchan en Stamford Bridge desde la grada se usan para insultar al técnico galo.

"Ha faltado el respeto al fútbol inglés", denunció el día que el Arsenal presentó un once sin ingleses en un partido de Copa, por vez primera en la historia de la competición. Luego, se pavoneó: "Soy el entrenador extranjero que más jugadores nacionales utilizo". Hasta la policía terció en el cruce de declaraciones posterior, para evitar males mayores. Lleva apenas seis meses, pero le han cundido a la hora de pelearse con colegas. A Mark Hugues, entrenador del Blackburn Rovers, se negó a estrecharle la mano al término del partido: "No le he saludado porque su equipo no juega al fútbol, se ha dedicado a darnos patadas y ha podido pasar algo grave", se justificó. De hecho, se lesionó Robben, que no jugó en el Camp Nou.

Ese encuentro en Blackburn terminó con victoria del Chelsea por un gol a cero. Es el resultado favorito del técnico portugués, que ha vencido por la mínima en 11 de los 32 partidos que ha ganado este año. ¿El otro resultado más repetido? 2-0. "Mourinho será el mejor entrenador pero a mí me aburre como juega su equipo". "Lo he pasado fatal la primera media hora. Y cuando hemos marcado, mis colegas y yo nos moríamos de risa", reconocía en un pub inglés de la calle Mallorca de Barcelona un seguidor del Chelsea que asistió al encuentro. "Pero hemos marcado y ahora tenemos ventaja", se justificaba. "Sabía que iban a jugar así. Pero si Drogba mete la que tiene con el 0-1 o no le expulsan, igual hasta ganan", se lamentaba Albert Ferrer, ex jugador de ambos equipos, que lo tiene claro. "Por desgracia, demasiadas veces gana el partido el que más piensa en no perderlo. Pero la verdad es que al Barça se le ha complicado mucho la eliminatoria". Mourinho volvió a Londres con el gol que buscaba, pero sin el reconocimiento del Camp Nou. Se quedó sin dosis de ego y además, perdió jugando miserablemente. Ni la persona ni el equipo dejaron buen recuerdo.

Mourinho, el miércoles en el Camp Nou.
Mourinho, el miércoles en el Camp Nou.VICENS GIMÉNEZ

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