El astillero de Cádiz contrata la transformación de dos fragatas

El astillero de Cádiz ha contratado la transformación de dos fragatas militares del grupo de protección estratégico de la Armada, que forman parte del plan de modernización de la flota española auspiciado por el Ministerio de Defensa. El presidente del comité de empresa, Jesús Gargallo, expresó su satisfacción por este contrato que "garantiza trabajo para la plantilla y la industria auxiliar", aunque reclamó a los responsables de la compañía naval que no renuncien al sector civil.

Cada una de las fragatas militares traerá como mínimo ocho meses de carga de trabajo, según detalló ayer el periódico 'La voz de Cádiz'. Gargallo confirmó que el contrato, del que se esperan nuevos pedidos para próximas fechas, va más allá de una simple reparación, puesto que supondrá una renovación global de los barcos. "Es la primera consecuencia que notamos de la nueva organización de los astilleros tras la negociaciones emprendidas, que han enmarcado nuestra factoría dentro de las reparaciones militares", explicó.

Gargallo valoró que estas fragatas darán "cierta estabilidad a la plantilla y a la industria auxiliar" aunque recalcó que los trabajadores no "bajarán la guardia" mientras no se garantice que se mantendrá una cartera de pedidos civiles. "Esos contratos son los que generan más nivel de facturación y más trabajo para los empleados auxiliares. No debemos renunciar nunca a esa posibilidad", sostuvo el presidente del comité.

El astillero gaditano está todavía pendiente del inicio del proceso de prejubilaciones que afectarán a la mitad de los empleados. La plantilla quedará reducida a unos 150 trabajadores, que obligará a la empresa a tener que recurrir con mayor frecuencia a empresas de la industria auxiliar. El consejero de Empleo, Antonio Fernández, explicó ayer en Cádiz que "conseguir carga de trabajo es ahora la prioridad, una vez el futuro de las factorías navales ha quedado fuera de peligro".