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Columna
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¿Quién mueve el mundo?

Es una cuestión muy antigua, una cuestión filosófica, cinemática, social, económica, según se mire y con qué cristal, a la que se le han dado respuestas muy diversas y hasta peregrinas, desde la mecánica a la retórica, desde la cosmología a la poética, desde la colonia a los mercados bursátiles, desde el saqueo a la fe, desde la industria pesada a la invención de los artefactos atómicos. El domingo pasado, en este mismo diario, Josep Borrell dijo que al mundo lo mueven los ingenieros, y no le sucedió nada. Sólo por afirmar que el mundo se movía, sin señalar al presunto causante, la Inquisición amenazó con la cámara de tortura a Galileo Galilei, si no se retractaba de sus aberrantes teorías, y luego lo recluyó en su domicilio, hasta que la palmó. Por entonces, la Iglesia y la ciencia oficial estaban muy a sus anchas, empuñando el mango de esa sartén que era el sistema geocéntrico de Tolomeo: el mundo, estático, se acurrucaba en la mano de Dios, y santas pascuas. Pero Galileo la armó y lo puso todo patas arriba, con sus impertinentes observaciones, que había que enmendar. Y cómo se enmendaron. Para Borrell, son los ingenieros quienes mueven el mundo: "La electricidad, la máquina de vapor y la penicilina han cambiado infinitamente más la condición humana que algunos poemas, por hermosos que sean". Puede. Para otros, sin dejar de aceptar tales afirmaciones, cuando menos en parte, el origen de ese movimiento reside en el orden y el principio de autoridad; para unos terceros, en el comercio, la venta de chirimbolos y la moda; para los privilegiados, en el capital financiero; y para los intrépidos capitanes de empresa, en el trabajos ajeno y en el empleo precario. Ah, también hay una panda de ilusos que apuestan por las revoluciones, por cuanto son, aseguran, las que cambian la condición humana, o lo procuran, ya en el marco de una sociedad más justa, solidaria y auténtica. Una panda que no hace más que ir de la utopía a Ítaca, y viceversa. Una panda, en fin, que no mueve el mundo, porque entiende que tal es materia de la mecánica universal: se conformaría tan solo con transformarlo.

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