Detenida la banda que utilizaba los servicios de dos policías corruptos

La muerte a tiros del policía José Álvarez Pacios el pasado 5 de enero puso al descubierto a un grupo de policías corrompidos por una red de narcos. Ahora la policía ha desarticulado a la organización colombiana que supuestamente utilizaba los servicios de esos policías, según informó ayer El Mundo, que citaba fuentes judiciales. La banda estaba integrada por al menos seis personas, tres de las cuales formaban la cúpula. Uno de ellos es un ecuatoriano propietario de un locutorio en el barrio de Ciudad Lineal.

Fue en Ciudad Lineal donde fue asesinado a balazos en la madrugada del pasado 20 de junio un colombiano, John Martin Motta Pena, de 38 años. La policía sospechó entonces que se trataba de un ajuste de cuentas. El esclarecimiento de este crimen es lo que ha permitido resolver el caso de los policías corruptos. Los agentes del grupo VI de Homicidios de la Brigada Provincial de Policía Judicial detuvieron a seis personas por el asesinato de Ciudad Lineal y resultó que dos de ellos eran los supuestos cómplices del policía asesinado, al que seguían los agentes del grupo V. Según El Mundo, se trata de José Arbey Rentería Acevedo, de 31 años y de Alberto Augusto Velázquez, de 32 años. Los dos son sicarios que supuestamente se dedicaban a la extorsión, secuestro y asesinato de personas relacionadas con el narcotráfico.

Seis balazos acabaron con la vida de John Martin Motta Pena cuando conducía un automóvil Opel Astra por las calles del distrito de Ciudad Lineal. Dos individuos montados en una motocicleta negra de gran cilindrada se pusieron a la altura de su coche. El que iba detrás sacó un arma y le disparó seis tiros que acabaron con su vida y dejaron gravemente herida a Fabiola Vargas, de 50 años, que le acompañaba en el asiento del copiloto. Otra mujer, Bibiana María R., de 36 años, que iba en el asiento de atrás del Opel, no resultó herida, pero comenzó a gritar desesperadamente y a pedir auxilio tras el tiroteo.

Antecedentes

La víctima mortal tenía antecedentes por un homicidio doloso ocurrido en el distrito de Tetuán en 2002 y por tenencia ilícita de armas y explosivos, además de una orden de personación cursada por un juzgado de Madrid.

La mujer herida tenía, a su vez, antecedentes policiales por estafa y hurto. Los investigadores barajaron desde el principio la posibilidad de que este homicidio tuviera relación con un ajuste de cuentas entre bandas rivales.

En cuanto al caso del policía muerto a tiros, las pesquisas de la Brigada Provincial de Policía Judicial se orientaron desde el primer momento a la identificación y detención de los individuos que, junto con el policía José Manuel Álvarez Pacios, intervinieron en el intento de secuestro de Jesús González Conde en una calle del distrito de Vicálvaro, el pasado 5 de enero. Álvarez Pacios resultó muerto de dos disparos efectuados con su propio revólver por María de los Reyes Escudero Lozano, de 39 años, esposa de González Conde, el hombre al que el grupo pretendía raptar.

La policía centró desde esos primeros momentos sus esfuerzos en la captura de los integrantes del comando secuestrador. González Conde, de 40 años, aseguró entonces que se dedica a la venta ambulante y a la compraventa de coches usados.

Los responsables de la investigación manifestaron entonces su convicción de que el grupo de policías corruptos era "muy reducido". Según esta hipótesis, estaría formado sólo por el fallecido y por su compañero José M. C., de 44 años, ambos policías de la escala básica destinados en la comisaría de Leganés.