El Reino Unido acepta derogar las ventajas fiscales de Gibraltar

Londres comunicó ayer a la Comisión Europea que acepta su plan de abolir las ventajas fiscales de que disfrutan las empresas extranjeras radicadas en Gibraltar. Es la primera vez que el Reino Unido y su colonia se avienen voluntariamente a acatar las normas europeas en este largo contencioso. El plan, que se aplica desde hoy a las nuevas empresas, prevé terminar en cinco años con un sistema que beneficia a 8.500 sociedades.

Es, quizá, el principio del fin del paraíso fiscal de Gibraltar, que mantiene todavía importantes ventajas para el resto de sus empresas (otras 20.000) a la espera de que el Tribunal de Justicia europeo dirima este contencioso.

Londres ha apurado casi al máximo el plazo legal de un mes de que disponía para responder a la propuesta de Bruselas sobre el régimen de sus empresas extranjeras (offshore). En efecto, el pasado día 21 de enero, la Comisión presentó su ultimátum para poner fin a las exenciones fiscales de estas sociedades de ciudadanos extranjeros que radican sus empresas en el Peñón y que ni siquiera operan en Gibraltar. Como todo impuesto, pagan entre 350 y 500 euros anuales.

"La aceptación de nuestro plan", dijo ayer el portavoz europeo de Competencia, Jonathan Todd, "supone que desde hoy mismo ya habrá empresas que dejen de disfrutar de este régimen porque el plan incluye la imposición de un techo de 8.464 empresas [las establecidas en 2003]". Las nuevas empresas que pretendan establecerse desde hoy en el Peñón ya no tendrán derecho a disfrutar de un régimen tan generoso. Bruselas calcula que este mismo año pueden quedar fuera del sistema hasta 823 sociedades.

Aplicación inmediata

Las empresas ya existentes tendrán sus beneficios protegidos hasta el 31 de diciembre de 2010, pero si la propiedad-actividad de estos beneficiarios cambiara antes del 30 de junio de 2006, sus beneficios solamente estarían protegidos hasta el 31 de diciembre de 2007. Después de junio de 2006, esos cambios de propiedad-actividad supondrán poner fin de forma inmediata a las exenciones fiscales actuales.

La aceptación del plan de la Comisión cierra un litigio que enfrenta a Bruselas con Londres desde 1997, año en que el Ecofin (ministros de Economía y Finanzas de la UE) decidió perseguir los regímenes fiscales especiales, dado que distorsionan la competencia en el mercado único. Tras la investigación abierta y la decisión de poner fin a este sistema por parte de la Comisión, Londres logró en abril de 2002 una importante victoria ante el Tribunal de Justicia europeo por una cuestión más de forma que de fondo, razón por la cual Gibraltar ha podido mantener hasta ahora estas exenciones fiscales. En aquel contencioso, España apoyó a la Comisión.

La victoria pacífica ahora lograda tras largas negociaciones es sólo el principio del posible fin del paraíso fiscal gibraltareño. El resto de un total de 30.000 sociedades que operan en la colonia mantiene un régimen fiscal que grava la superficie ocupada y el número de empleados con un máximo de impuesto del 15% de los beneficios, mientras que en el Reino Unido es del 30%. Este régimen, implantado en 2002 en sustitución de otro aún más generoso, no convence a Bruselas, que en marzo pasado lo declaró también ilegal.