El FMI recomienda la eliminación progresiva de la deducción por vivienda

El Fondo Monetario Internacional (FMI), que dirige el español Rodrigo Rato, califica de insuficiente el plan de vivienda diseñado por el Gobierno y pide medidas "más audaces" para atajar los problemas de este sector, que se ha convertido en uno de los principales riesgos de la economía española. En su informe anual sobre España, el organismo recomienda la supresión progresiva de las deducciones fiscales por la compra de vivienda, así como la mejora de la regulación del suelo y del alquiler. Asimismo, eleva una décima (al 2,7%) el crecimiento previsto para este año y destaca que la inflación está deteriorando la competitividad.

El FMI se mete de lleno en el problema de la vivienda en el primer informe anual sobre la economía española desde la designación de Rodrigo Rato como director general del organismo. El documento afirma que, con un crecimiento del producto interior bruto (PIB) del 2,6% el año pasado, según sus estimaciones, España ha capeado "relativamente bien" la desaceleración europea, gracias al impulso del consumo privado y la construcción. Pero mantiene la alarma sobre el riesgo que supone para esta supuesta bonanza la elevada inflación, la escalada del precio de los pisos y el consecuente endeudamiento de los hogares españoles, que ya supone el 73% del PIB de 2004.

Es urgente actuar en el mercado de la vivienda para moderar los precios, que en términos reales se han duplicado desde 1997, según el FMI. Y el plan de choque vigente elaborado por el Ministerio de Vivienda, que persigue poner en el mercado 180.000 pisos a precios asequibles al año, no es suficiente. Hacen falta medidas "más audaces", dice el Fondo, porque sin éstas "las otras medidas [las del mencionado plan de choque] tendrán solamente un efecto paliativo".

La receta del FMI consiste en "eliminar de forma gradual" las deducciones fiscales por compra de piso, que califica de "generosas". La reforma fiscal que entró en vigor en 1999, y que se ha mantenido en la reforma de 2003 en lo que respecta a la vivienda, establece una deducción en la cuota del IRPF de entre el 15% y el 25%, tanto de los intereses como de la amortización del préstamo hipotecario, con un límite total de hasta 9.015,181 euros.

En ambas reformas, con el PP en el poder, Rodrigo Rato fue ministro de Economía. El hoy director gerente del FMI afirmaba entonces que el boom inmobiliario se debía a la fortaleza de la demanda: "Todos los pisos que se construyen se venden", dijo en una ocasión. En la actualidad, el Gobierno socialista prepara otra reforma fiscal que mantendrá "esencialmente" estas deducciones, según dijo recientemente José Luis Rodríguez Zapatero.

Otras dos medidas completan las recomendaciones del FMI para echar freno a la escalada del precio de la vivienda que, "cuanto más se prolongue, mayor será su potencial efecto adverso", ya que el Banco de España calcula que los pisos están sobrevalorados en más del 20%. Se trata de mejorar la normativa para impulsar el alquiler -apenas representa el 10% del total de viviendas- y cambiar la legislación sobre el suelo para liberalizarlo. Precisamente, Vivienda trabaja ahora en una reforma de la Ley del Suelo, aunque todo apunta a que tendrá tintes más intervencionistas.

La elevada inflación -un 3,2% el año pasado, frente al objetivo del 2%- también preocupa al Fondo, que advierte de que está erosionando la competitividad de la economía española. En este sentido, el organismo se muestra partidario de aumentar la flexibilidad de los contratos indefinidos para reducir la temporalidad y reformar el sistema de negociación colectiva hacia un sistema que tenga más en cuenta la productividad.

Otras reformas son necesarias, añade, sobre todo para estimular la competencia. En su informe anual, el Fondo hace especial hincapié en que hay que eliminar "los obstáculos" que persisten en el sector de la distribución comercial y critica la escasa libertad de horarios. Respecto a las pensiones, el FMI cree que hay que modificar el sistema cuanto antes, alargando la edad de jubilación y mejorando la contributividad.

Productividad y superávit

El Fondo avala los tres pilares de la política del Gobierno -productividad, estabilidad y transparencia-, pero pide que se traduzcan en medidas concretas. A corto plazo, el FMI es optimista y eleva una décima la previsión de crecimiento para este año: del 2,6% pronosticado en noviembre pasado al 2,7% actual. Esta estimación está por debajo del 2,9% fijado por el equipo económico del ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes. El FMI prevé que España seguirá creciendo por encima de la media de la zona euro (un 1,7% en 2004).

Pero, ante los riesgos (vivienda e inflación), el FMI considera adecuado el tono restrictivo de los Presupuestos para 2005, que prevén un superávit del 0,1% del PIB, aunque a su juicio el objetivo podría ser más ambicioso. También advierte de que hay que reforzar la vigilancia sobre las cuentas públicas de las comunidades autónomas (propone la creación de agencias independientes de control).