Un proyecto de central térmica en Banyeres desata las críticas de los ecologistas
La empresa Global3 Peaker, SL, sociedad que participa en un grupo energético español, proyecta instalar en la comarca de El Comtat, entre los municipios de Banyeres de Mariola y Beneixama, una central térmica de ciclo combinado de 800 megavatios de potencia. El grupo conservacionista La Carrasca-Ecologistes en Acció ha alertado del riesgo que comportaría esta instalación. La empresa promotora ya ha presentado la memoria del proyecto ante el Ministerio de Medio Ambiente para conseguir el estudio de impacto ambiental favorable.
Los ecologistas, que han recibido este proyecto al igual que los ayuntamientos afectados y la Diputación de Alicante, han señalado que esta central es capaz de emitir al año más de 2.000 toneladas de dióxido de nitrógeno y dos millones de toneladas de dióxido de carbono. "Estas emisiones comportan graves impactos sobre la calidad del aire con repercusiones negativas sobre la salud, como afecciones respiratorias y cardiacas o incremento del riesgo de cáncer", advirtió Carlos Arribas, de Ecologistes en Acció. Otros de los efectos negativos serían, en su opinión, la producción de lluvia ácida y la generación de ozono.
En caso de que el Ministerio de Medio Ambiente dé el visto bueno, el proyecto pasaría a manos del Ministerio de Economía, competente en la concesión de la autorización administrativa para su puesta en marcha. Esto no se produciría antes de 2008 y, a juicio de Carlos Arribas, para entonces la ley será mucho más restrictiva con la emisión de contaminantes. Esta central de ciclo combinado sería la primera en instalarse en la provincia de Alicante.
"Las emisiones contaminantes son mayores cuando falla el suministro de gas natural y se utiliza el gasoil como sustituto, añadió Arribas. En la actualidad funciona en la Comunidad una central térmica de Iberdrola en Castellón que produce 800 megavatios, y se ha concedido la autorización administrativa a la central térmica de Unión Fenosa en Sagunto, con 1200 megavatios. La presión vecinal hizo que no prosperase una central térmica que una multinacional angloamericana proyectaba en Catadau.
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