ETA tenía decidida la tregua en Cataluña antes de la entrevista con Carod

La tregua de ETA en Cataluña anunciada hace un año, el 18 de febrero de 2004, fue la respuesta de la organización terrorista al rechazo del Partido Nacionalista Vasco (PNV) hacia la propuesta de frente electoral nacionalista para las elecciones generales de 2004 formulada unos meses antes por Batasuna, la llamada propuesta de Bergara, en opinión de un especialista en la historia de ETA, el periodista Florencio Domínguez. Y por tanto, es erróneo considerarla un fruto de la entrevista del líder de Esquerra Republicana (ERC), Josep Lluís Carod, con la cúpula de ETA celebrada el 4 de enero de 2004 en el sur de Francia.

La tregua fue, según explica Domínguez en un libro titulado ETA en Cataluña (Editorial Temas de Hoy), una aplicación de una táctica de "cierre de frentes" elaborada por ETA en 2002 y 2003, y expuesta en el número 100 de su boletín, Zutabe. Se decidió establecerla como resultado de necesidades tácticas y políticas de ETA consideradas "en clave exclusivamente vasca", y toda referencia a Cataluña es "puramente instrumental y oportunista", afirma el autor.

Carod era el número dos del entonces nuevo Gobierno catalán y, en consecuencia, una figura de relieve. Ayer, en la presentación de su libro, Domínguez explicó que a finales de 2003 ETA "se aprovechó de Carod" para lanzar un mensaje al PNV. Y eso fue todo. "La decisión de establecer la tregua estaba tomada antes de la entrevista", aseguró. Luego subrayó que durante toda la historia de ETA las decenas de entrevistas de políticos de todos los colores "nunca han servido para convencer de nada a la dirección de la banda", que las utiliza para servir a sus objetivos, no para atender las demandas que le formulen sus interlocutores.

En aquella ocasión, ETA pretendía mostrar que su margen de maniobra en el mundo de los partidos nacionalistas no se agotaba en el PNV. "Querían ponerles los dientes largos", dijo Domínguez, basándose en el análisis de los comunicados de ETA y en las tomas de exposición formuladas en Zutabe.

La presencia organizada de ETA en Cataluña se inició en 1975 y, según Domínguez, respondía a una fase de expansión de su capacidad activista. Tres décadas después, el "cierre de frente" a que responde la declaración de tregua se produce en una fase de retroceso general y de aislamiento político.

El resultado de la actuación de ETA en Cataluña es de 54 personas muertas, 224 heridas y un total de 67 atentados. Para ETA, Cataluña ha sido, según Domínguez, un campo de operaciones y de recogida de solidaridades, pero siempre a partir de consideraciones que nunca han tenido en cuenta las consecuencias de sus decisiones en la política catalana.