Crónica de Porto Alegre
La mayor edición del Foro Social Mundial (FSM) realizada hasta el momento culminó el día 31 de enero. En la marcha de inicio del Foro en Porto Alegre/Brasil, participaron más de 200.000 personas procedentes de 135 países. El año 2006 el FSM se realizará continentalmente en varios lugares del mundo y, en 2007, se desarrollará en algún país de África.
En el marco del FSM se han realizado, además, el Foro Social Pan-Amazónico, el Foro Social de las Migraciones, el Foro Social Mundial da Salud, el IV Foro Mundial de Jueces, el Foro de Autoridades Locales por la Inclusión Social, el I Foro Mundial de la Información y Comunicación, el V Foro Parlamentario Mundial y la V Asamblea Mundial de los Movimientos Sociales, entre otras muchas actividades.
En el Foro Parlamentario unos 180 participantes de 20 países de Europa, América Latina, América del Norte, Asia y África, debatieron temas como el sistema financiero y el comercio internacional; el papel y la reforma de la Organización de Naciones Unidas; la construcción de la paz y la gobernabilidad mundial; una agenda común de parlamentarios y movimientos sociales contra el neoliberalismo; y el papel del Parlamento en el proceso de la democracia participativa. Se aprobaron un llamamiento de los parlamentarios en defensa de la Paz y de los Derechos Humanos y una condena de la política belicista norteamericana, en especial a la intervención en otros países y al unilateralismo en la política internacional.
La Asamblea Mundial de los Movimientos Sociales concluyó con un llamamiento a la movilización contra la guerra, contra el neoliberalismo, contra la explotación y la exclusión y por otro mundo posible. Se constató que decenas de millones de hombres y mujeres se manifestaron el 2004 en todo el mundo por la paz y contra la guerra y la invasión encabezada por Bush contra Irak. Las cumbres del G8, la OMC, el FMI y el Banco Mundial, fueron cuestionadas y deslegitimadas por la acción de los movimientos sociales. Las luchas populares en defensa de la naturaleza, de los derechos de los pueblos y de los bienes comunes, contra su privatización, demostraron la posibilidad de poner en crisis la dominación neoliberal abriéndose nuevos espacios de lucha política y social.
Ha quedado establecida la Agenda de los movimientos sociales para el 2005, incluyendo: una campaña por la inmediata e incondicional cancelación de la deuda externa; una movilización el 19 de marzo para exigir el retiro de las tropas de ocupación de Irak, y el fin de las amenazas contra Irán, Venezuela y otros países; se rechaza la directiva Bolkestein de la Unión Europea y se llama a movilizaciones frente a la VI Reunión de la OMC en Hong Kong, en diciembre 2005, al igual que contra la cumbre del G8 en Escocia del 2 al 8 de julio.
Se reitera la necesidad de la aplicación efectiva del derecho universal a una alimentación sana y suficiente y del derecho de los pueblos, las naciones y los campesinos a producir sus alimentos. Se rechazan los alimentos transgénicos, porque además de poner en riesgo la salud humana y el medio ambiente, son el instrumento para el control de los mercados por cinco poderosas empresas transnacionales. Se rechazan las patentes sobre cualquiera forma de vida y en especial sobre las semillas. Se exige la Reforma Agraria para asegurar el acceso del campesinado a la tierra, y como garantía de una alimentación sana y suficiente, y que no se concentre la tierra en manos de corporaciones transnacionales y latifundistas. Se apoya la producción sustentable basada en la preservación de los recursos naturales: suelo, agua, bosque, aire, biodiversidad, recursos acuáticos, etc.
Desde el 14 hasta el 16 de septiembre de 2006, en la Asamblea general de la ONU, los jefes de gobierno de todo el mundo tomarán decisiones sobre la reforma de las Naciones Unidas y revisarán sus compromisos para erradicar la pobreza. Se apoya el llamado de las redes internacionales que invitan a movilizarse globalmente el 10 de septiembre por un nuevo orden mundial democrático, contra la pobreza y la guerra.
Por su parte, intelectuales de todo el planeta como Tariq Ali, Samir Amin, Walden Bello, Frei Betto, Bernard Cassen, Eduardo Galeano, Ignacio Ramonet, Emir Sader, José Saramago e Immanuel Wallerstein presentaron en el FSM Doce Propuestas para Otro Mundo Posible que si fuesen aplicadas, permitirían que la ciudadanía planetaria comenzara por fin a reapropiarse de su futuro. A saber: 1) anular la deuda pública de los países del Sur, 2) aplicar tasas internacionales a las transacciones financieras, a las inversiones directas en el extranjero, a los beneficios consolidados de las transnacionales, a la venta de armas y a las actividades que emiten de forma sustantiva gases que producen efecto invernadero; 3) desmantelar progresivamente todas las formas de paraísos fiscales, jurídicos y bancarios; 4) asegurar a cada habitante del planeta el derecho a un empleo digno, a la protección social y a la jubilación respetando la igualdad entre hombres y mujeres; 5) promover todas las formas de comercio justo rechazando las reglas librecambistas de la Organización Mundial de Comercio, excluyendo totalmente la educación, la salud, los servicios sociales y la cultura del terreno de aplicación del Acuerdo General Sobre el Comercio y los Servicios (AGCS) de la OMC; 6) garantizar el derecho a la soberanía alimentaria de cada país mediante la promoción de la agricultura campesina; 7) prohibir todo tipo de patentes sobre la vida y toda privatización de los bienes comunes de la humanidad, en particular el agua; 8) fortalecer las diferentes políticas públicas contra toda discriminación, sexismo, xenofobia, antisemitismo y racismo y reconocer plenamente los derechos políticos, culturales y económicos de los pueblos indígenas; 9) tomar medidas urgentes para poner fin a la destrucción del medio ambiente y a la amenaza de cambios climáticos graves y comenzar a ejecutar otro modelo de desarrollo fundado en la sobriedad energética y en el control democrático de los recursos naturales, en particular el agua potable, a escala de todo el planeta; 10) exigir el desmantelamiento de las bases militares extranjeras y sus tropas en todos los países, salvo que actúen bajo mandato expreso de la Organización de Naciones Unidas (ONU); 11) garantizar el derecho a la información y el derecho a informar de los ciudadanos mediante legislaciones que pongan fin a la concentración de medios en grupos de comunicación gigantes, garantizando la autonomía de los periodistas ante los accionistas y favorecer a la prensa sin fines de lucro; 12) reformar y democratizar en profundidad las organizaciones internacionales, entre ellas la ONU, haciendo prevalecer en ellas los derechos humanos, económicos, sociales y culturales, en concordancia con la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
He aquí algunos resultados de Porto Alegre 2005 donde se ha insistido en que otro mundo es posible, necesario y urgente.
Vicent Garcés es profesor de la UPV, miembro del CERAI-España y ha participado activamente en las cinco ediciones del FSM de Porto Alegre realizadas hasta el momento.
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