Las administraciones preparan ya la vuelta de los afectados del Carmel
El rellenado del túnel con hormigón puede acabar dentro de 4 o 5 días
No hay fecha en el calendario, pero la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona trabajan ya en la preparación del regreso de los afectados por el hundimiento por las obras del metro en el Carmel. El túnel de maniobra quedará cegado dentro de cuatro o cinco días. La semana próxima se prevé decisiva en la crisis, con la anunciada celebración del pleno extraordinario del Parlament y el posible regreso a casa de algunos desalojados.
El chasco que tuvieron las dos administraciones hace casi dos semanas, al tener que rectificar y anular el regreso de los primeros 350 afectados a sus casas tras la aparición de un segundo socavón, se nota en la cautela con la que ahora abordan la vuelta de los desalojados. No hay fecha concreta, pero ya se empieza a preparar. Por ejemplo, si hace casi dos semanas se entregaron certificados que avalaban la supuesta solidez de los inmuebles, del subsuelo y de las propias viviendas, expedidos por empresas o técnicos designados por la Administración, cuando se afronte de nuevo el regreso, el sistema será distinto.
La Administración tendrá sus dictámenes, pero los afectados también. Serán ellos quienes designen a sus propios técnicos o especialistas para que les asesoren sobre la seguridad del retorno, aclararon fuentes del Departamento de Política Territorial. "Serán técnicos independientes, pagados por la Administración, que deberán escoger cada uno de los afectados, sea propietario de piso o de negocio", explicaron fuentes del consistorio. Se supone que de esa forma los afectados lograrán vencer la desconfianza y el desconcierto en que se sumieron hace casi dos semanas, cuando tuvieron que regresar a los hoteles con unos certificados de seguridad que la realidad (el segundo socavón) demostró que eran papel mojado.
Uno de los problemas que se pueden producir es la disparidad de los técnicos -sean geólogos, ingenieros o arquitectos- que emitan los informes. Hasta ahora, al menos dos colectivos (la Asociación de Vecinos del Carmel y la Asociación de Afectados de la Línea 5 del Carmel), que representan a parte de los afectados, han designado a especialistas para su asesoramiento. "Será cada uno de ellos el que elija, no los colectivos o asociaciones", precisaron fuentes cercanas a la comisión de coordinación de ambas administraciones.
Lo que sí parece claro es que el rellenado con hormigón terminará esta semana. El alcalde de Barcelona, Joan Clos, manifestó ayer que el túnel se acabará de cegar en "cuatro o cinco días". No se aventuró a hablar del regreso de los vecinos ya que, precisó, se pondrá en marcha cuando se "constate" la estabilidad del subsuelo y las fincas.
El Departamento de Política Territorial puntualizaba que hasta ayer se habían inyectado 12.400 metros cúbicos de hormigón desde tres puntos de la superficie, por lo que quedaban algo más de 4.000 para conseguir el sellado del túnel de maniobras. El propio consejero de Política Territorial, Joaquim Nadal, apuntó que faltaban dos o tres días para concluir los trabajos y añadió que la estación principal del Carmel está reforzada al 70%.El consejero reiteró que las obras de ampliación de la línea 5 del metro continuarán y el barrio del Carmel contará con esta infraestructura. "Habrá metro en el Carmel, pero las obras no volverán a empezar hasta que hayamos repasado la totalidad del proyecto y hayamos acordado un proceso de normalización del entorno".
Los vecinos afectados por los hundimientos del Carmel visitarán hoy los pisos de la calle de Garcilaso que el Ayuntamiento y la Generalitat han puesto a su disposición. La decisión ha levantado recelos y quejas entre los vecinos de esta zona de Sant Andreu, que consideran que hay vecinos igualmente necesitados que llevan tiempo esperando ocupar estos pisos.
En concreto, la asociación de vecinos del barrio del Clot-Camp de l'Arpa se opuso ayer a que los pisos de protección oficial del número 15 de la calle de Garcilaso se adjudiquen a las familias que hasta ahora habitaban los tres edificios del Carmel que serán derribados en las próximas semanas, porque temen que estos pisos se otorguen a los vecinos desalojados de forma definitiva, informa Lluís Pellicer.
Un comunicado de la asociación aseguraba que estas viviendas ya estaban comprometidas desde 2003 para la gente que vivía en fincas del barrio que fueron expropiadas. Por ello, la asociación afirmó que no consentirá que "se desvista un santo para vestir otro".
La misma circunstancia se producirá en el propio Carmel si finalmente los pisos nuevos del Patronato Municipal de la Vivienda de la calle del Llobregós se destinan a los vecinos del número 10 del pasaje de Calafell, que perdieron su casa. Esos pisos estaban destinados a realojar a otros afectados por el ensanchamiento de la calle del Llobregós en su último tramo.
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