El sí de los trabajadores de la enseñanza
"El sí de los trabajadores" es el lema de la campaña que UGT ha lanzado a favor de la Constitución Europea. Con ella pretendemos alcanzar uno de los objetivos básicos del movimiento sindical europeo: lograr un modelo social europeo más democrático, solidario y eficaz, que configure la unidad política y un desarrollo económico solidario.
Frente a los críticos, por no incluir lo que sería deseable o por no avanzar más decididamente, hay que valorar que el tratado constitucional permite pasar de una Europa económica y monetaria, a "un modelo social europeo".
Este modelo se plasma, principalmente, en la Carta de Derechos Fundamentales, que tiene carácter vinculante, y en las Políticas y el Funcionamiento de la Unión. Además, incluye derechos sociales y sindicales, como son el pleno empleo, la economía social de mercado, la igualdad de género, el desarrollo sostenible, el apoyo al diálogo social y la negociación colectiva, entre otros. Todos ellos configura la noción de Ciudadanía Europea con derechos comunes en todos los estados, y por otro lado, las políticas van encaminadas, entre otros objetivos, a reforzar la cohesión económica, social y territorial, reduciendo las diferencias de los niveles de desarrollo entre las diversas regiones.
En relación a la Educación, el texto reconoce el principio del derecho a la educación y la formación permanente a lo largo de toda la vida, de cada ciudadano, y por otra parte, consagra el derecho a la movilidad geográfica tanto de alumnos como de profesores, educadores y formadores.
Partiendo del objetivo general de lograr una Educación de calidad y respetando que cada Estado decide sobre los contenidos, la organización del sistema educativo y el respeto a la diversidad cultural y lingüística, los objetivos que recoge el texto van encaminados al desarrollo de la dimensión europea, sobre todo a través del aprendizaje y de la difusión de las lenguas de los Estados miembros; al reconocimiento de títulos y periodos de estudios que permita la movilidad de estudiantes y profesores; a promover la cooperación entre los centros de enseñanza; a favorecer el intercambio de información y experiencias comunes a los sistemas educativos europeos; a fomentar la educación a distancia y a la aplicación de la tecnologías de la información y comunicación (TIC).
En cuanto a la enseñanza universitaria, el texto recoge de forma diseminada y no en una sola "sección" todo lo referente a esta materia, haciéndose mención de forma implícita en los artículos que recogen los objetivo para la educación y la formación profesional, y de forma explicita en los que tratan de "Investigación y Desarrollo Tecnológico". Pero para que todos podamos entender mejor cuales son los objetivos en esta materia, sobre todo en lo referente a la docencia sin menospreciar el papel tan importante que la universidad tiene como centros de investigación, puede ser más ilustrativo hablar de la Declaración de Bolonia, de 1999, que es asumida en su totalidad por los objetivos y acciones que propone la Constitución Europea. Esta declaración se marca, para el 2010, el ambicioso proyecto de hacer realidad el "Espacio Europeo de la Enseñanza Superior", ello nos llevará, entre otros objetivos, a que tanto las titulaciones como los contenidos y duración de las carreras universitarias sean homologables entre todos los Estados miembros, lo que garantizará la movilidad de alumnos y profesores docentes e investigadores.
¿Cómo va ha incidir todo esto en la Educación Andaluza? Algunos de los objetivos mencionados anteriormente ya se vienen trabajando a través de los diferentes programas europeos (Leonardo, Sócrates, etcétera) en parte por el dinero que nos llega a través de los Fondos Estructurales y del Fondo Social Europeo (Andalucía invierte, aproximadamente, un 32 % del total de fondos europeos, en infraestructuras educativas y en el refuerzo a la formación técnico- profesional). Otros objetivos obligan a homologar los resultados del sistema educativo andaluz con el resto de los países miembros, lo que se traduce en que el Gobierno andaluz tendrá que hacer un esfuerzo presupuestario y considerar la educación como un objetivo fundamental, si no queremos ser el vagón de cola de Europa.
El texto es fruto del consenso de todos los países miembros, y aunque algunos hubiésemos querido una Constitución más ambiciosa y progresista, es la única posible si queremos una constitución para todos y con el acuerdo de todos. Y teniendo en cuenta que su aprobación constituye la etapa más avanzada en el proceso de integración, estas y las anteriores razones justifican "el sí de los trabajadores". El reto, a partir del 2006, será la "agenda" de trabajo de las diferentes instituciones europeas para lograr una Europa más justa, basada en la democracia, la justicia social y la solidaridad.
Juan Carlos Hidalgo Ruiz es secretario general de FETE-UGT Andalucía
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