Rajoy acusa al PSOE de desmotivar el voto con sus críticas a los dirigentes del PP

El PP celebró ayer en Santiago de Compostela su mitin central a favor de la Constitución europea. Su líder, Mariano Rajoy, se quejó de que el viernes el jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, se preguntara si el presidente francés, Jacques Chirac, es un líder de centro derecha, especialmente si se le compara "con algunos" españoles, en alusión a José María Aznar. Acusó al presidente de buscar con ese reproche que los afines al PP voten no o se abstengan en el referéndum. Le acompañó José Manuel Durão Barroso, presidente de la Comisión Europea, quien pidió "un sí fuerte a Europa el día 20".

Rajoy recordó que Chirac acudió el viernes a Barcelona a apoyar el sí a la Constitución europea. "Me parece bien", arrancó. "Lo que no me parece bien es que, para apoyar el sí, el señor Zapatero tenga que decir 'éste sí que es un líder de centro derecha y no otros como los que tenemos en España', porque con eso molesta a muchas personas que están pidiendo el sí a la Constitución europea y que quieren votar sí en el referéndum", argumentó.

Rajoy mantuvo que estas críticas de Zapatero -"la enésima este viernes"- buscan que los votantes del PP se abstengan o voten no como rechazo al Gobierno y a su presidente. "No estoy dispuesto a dejar de denunciar la irresponsabilidad de un presidente que da la sensación de estar haciendo más en favor del no y de la abstención que a favor del sí, proclamó entre los aplausos de su afición. Zapatero pretendía elogiar a Chirac como líder de centro derecha en comparación con José María Aznar, y el presidente francés rió con ganas el comentario.

Rajoy replicó a esa burla con otra por "la ola de gripe que sacudió el viernes Europa" y que impidió que el canciller alemán, Gerhard Schröder, y el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, acudieran a Barcelona al mitin de Zapatero y Chirac. "Tenemos que buscar mejores vacunas contra la gripe", le pidió al presidente de la Comisión Europea.

El fin del Estado-nación

Más allá de las pullas personales, Rajoy reprochó al presidente del Gobierno alguna de sus afirmaciones en el mitin de Barcelona. "El presidente ha dicho que los conceptos de soberanía y de Estado-nación han sido superados. Yo creo que no", afirmó para reclamar a Zapatero que "explique qué quiere decir con esa declaración, ciertamente preocupante, y que hizo sin duda para quedar bien con algunos de sus colegas". Rajoy acusó al jefe del Ejecutivo de estar "generando inquietud e inestabilidad institucional con su calculada ambigüedad" sobre las cuestiones que afectan a España como nación.

También se quejó Rajoy del distinto trato que recibieron él y el Gobierno del PP por parte de los medios de comunicación durante la crisis del Prestige respecto al que recibe ahora la Generalitat por los hundimientos en el barrio barcelonés del Carmel. "¿Qué habría ocurrido si con el hundimiento del Prestige nosotros hubiéramos actuado como actúan ahora las autoridades catalanas tras el gravísimo accidente ocurrido en el barrio del Carmelo?", se preguntó.

A renglón seguido, criticó la "falta de sensibilidad y de eficacia de las autoridades catalanas"; aseguró que su partido ha pedido "una comisión de investigación en el Parlamento catalán", y concluyó: "¿Donde están ahora todos aquellos que tanto criticaron, con razón en algunos casos y con menos razón en otros, la actuación de las autoridades del Gobierno de España con el Prestige?". Acusó a ésos que ahora no encuentra -"y que sólo saben criticar al PP", según él- de ser los "botafumeiros del poder" socialista.

Rajoy encadenó todos estos reproches al final de un mitin en el que participó, como invitado especial, el portugués José Manuel Durão Barroso, presidente de la Comisión Europea. Durão elogió el "éxito" de España en su integración en la Unión Europea y proclamó que "el PP fue decisivo para esa construcción de España en Europa".

De cara al referéndum del próximo domingo, Durão pidió la máxima movilización de la ciudadanía: "Es muy importante que España diga un sí fuerte a Europa el día 20".

Rajoy también pidió a los suyos "un sí nítido, claro y enérgico". "Un sí sin complejos, decidido, conscientes de que estamos ante un momento crucial" para construir Europa con "una Constitución europea que es un antídoto contra el nacionalismo violento, porque define como sujetos constituyentes a los Estados y a los ciudadanos; un antídoto contra el nacionalismo xenófobo, porque define la integridad territorial como una de las señas de identidad de sus Estados miembros".