El Gobierno invertirá 16 millones para rehabilitar el barrio barcelonés del Carmel
Zapatero se reunió con vecinos y comerciantes en una visita a la zona del socavón del metro
En cambio, la entrada y salida de los políticos catalanes, especialmente la del consejero de Política Territorial, Joaquim Nadal, fue acompañada de gritos en los que se pedía su dimisión: "No queremos cabezas de turco, que dimita Nadal". La visita de Rodríguez Zapatero despertó gran expectación en el Carmel, feudo electoral socialista en Barcelona.
El presidente del Gobierno explicó a los representantes de los vecinos y los comerciantes la voluntad de ayudar a recuperar la normalidad en el barrio y a su rehabilitación integral. Además del presidente del Gobierno y el de la Generalitat, Pasqual Maragall, y del alcalde de la ciudad, Joan Clos, asistieron a la reunión el ministro de Industria, José Montilla, y la ministra de Vivienda, María Antonia Trujillo.
Rodríguez Zapatero detalló el tipo de ayudas que el Gobierno destinará a la crisis del Carmel: unas irán directamente a los afectados por el desalojo, y otras estarán destinadas a la reforma del barrio. Zapatero anunció que el Ministerio de Vivienda pondrá a disposición del Ayuntamiento de Barcelona 16 millones de euros para rehabilitar el barrio ampliando el convenio que el ministerio tiene para ese tipo de reformas. En Barcelona, hasta ahora tenían esas ayudas Ciutat Vella, Poble Sec y Gràcia.
En cuanto a las ayudas directas a los afectados, recibirán 10.000 euros cada familia que pierda totalmente su vivienda y quienes se hayan quedado sin su negocio. Los vecinos que tengan que abandonar sus objetos personales y domésticos recibirán 1.500 euros, y los desalojados que sufran desperfectos estructurales en sus viviendas, 6.000 euros. También se abrirá una línea de crédito subvencionado con el Instituto de Crédito Oficial (ICO) a la que podrán acogerse las familias afectadas y quienes tengan actividad económica dentro del perímetro desalojado, así como las Administraciones.
Fue una reunión larga, de más de una hora, de tono amable, en la que intervinieron todos. "Nos quería tranquilizar [el presidente del Gobierno] diciendo que nos ayudarán y que se reformará todo el barrio", explicaba uno de los representantes vecinales al término del encuentro. "No, si al final esto será Pedralbes", ironizaba. No hubo tiempo para la visita a pie por la zona cero, posibilidad que se consideró y se planificó con un fuerte cordón policial por el perímetro de las calles cortadas.
Al término de la reunión, Zapatero insistió en el mensaje "tranquilizador" para los vecinos afectados: "Tengo el convencimiento de que lo más importante ahora para las familias es que confíen en el trabajo que están haciendo la Generalitat y el Ayuntamiento, que se percibe día a día". Añadió que considera las quejas de los vecinos "justas y legítimas" porque, puntualizó, la Administración tiene que ser "eficiente y cercana, y debe estar volcada en la recuperación del barrio. Estoy seguro de que con las tres Administraciones juntas, lo conseguiremos".
Proximidad a los ciudadanos
A preguntas de los informadores sobre la comparación de la crisis del hundimiento del túnel con la del Prestige a propósito de que esta última se cerró sin dimisiones, Zapatero contestó que entendía la actitud de los vecinos que se han visto obligados a dejar sus pisos. Maragall, que fue quien hizo esa comparación hace unos días, salió al paso de la pregunta y ayer puntualizó: "Esto es muy distinto al Prestige, pero en todo caso aquí está el presidente [en referencia a Zapatero], que demuestra tener sensibilidad y muestra ejemplo de la relación que se puede entablar entre los ciudadanos y su Gobierno".
A la pregunta sobre si consideraba que el incidente del Carmel debía ser objeto de una comisión de investigación, el jefe del Gobierno afirmó que, en primer lugar, se debe tener una información adecuada de los técnicos y las Administraciones para que se esclarezca "si hubo error y si era previsible". En opinión de Zapatero, los ciudadanos tienen el derecho, "y la Administración el deber", de facilitar toda la información.
El presidente se refirió a la desconfianza que generó entre los afectados la decisión de dejar volver a un primer grupo de vecinos, que fue revocada a las 24 horas al producirse otro socavón: "Hubo una decisión que se tuvo que modificar. A veces pasa. Si se ha producido una lógica inquietud, la confianza hay que recuperarla".
El anuncio de ayudas por parte del Gobierno a la crisis del Carmel despertó de inmediato reacciones de los partidos de la oposición. Josep Piqué, presidente del PP de Cataluña, dijo ayer que las ayudas del Gobierno le parecen positivas, aunque "llegan tarde". Piqué puntualizó que las donaciones anunciadas por Rodríguez Zapatero "ponen en evidencia la incompetencia de la Generalitat y el Ayuntamiento".
El presidente de Unió Demo-cràtica de Catalunya, Josep Antoni Duran Lleida, pidió al Gobierno que solicite una modificación en el reglamento de la UE para que el fondo de solidaridad pueda paliar catástrofes de carácter local, como la del Carmel.
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