Presión compradora
Las bolsas han recuperado la orientación alcista después de que los inversores hayan constatado que el papel se resiste a salir, a pesar de que las ganancias acumuladas empiezan a resultar tentadoras. Las buenas perspectivas empresariales por las que apostaba el mercado han terminado por convencer a los analistas, que ahora caen en la cuenta de que determinadas parcelas de la actividad económica van a seguir siendo muy rentables también en este ajercicio.
El Ibex 35 sube el 1,45% y cierra en 9.588,30 puntos, nuevo máximo anual, y, lo que es más importante, barre de un plumazo la barrera psicológica de los 9.500 puntos, que sólo hace dos días parecía un obstáculo importante. El índice general de la Bolsa de Madrid subió el 1,38% y cierra en 1.021,36.
La contratación de esta sesión fue casi igual a la de la anterior, con 2.640,56 millones de euros negociados en el mercado continuo. La mayor parte de esa cifra, 2.279,41 millones, se generó con operaciones "abiertas", lo que indica que el dinero es el que sigue presionando para forzar la presencia de papel.
El conjunto de los mercados europeos mantuvo la trayectoria alcista y casi en los mismos términos que la Bolsa española, lo que también se tradujo en nuevos máximos anuales. París ganó el 1,17%; Francfort, el 1,05%, y Londres, el 0,88%.
Una buena parte del impulso final de las bolsas europeas se debió a la tranquilidad que imperaba en Wall Street, posiblemente porque la ausencia de noticias económicas permitió que los inversores actuaran sin presiones inmediatas. El 0,53% que ganaba el Dow Jones de valores industriales a media sesión (al cierre ganó un 0,43%) le devolvía a terreno positivo en términos anuales, en claro contraste con los avances que muestran las bolsas europeas a estas alturas, con una ganancia media acumulada que supera ya el 4%.
Los analistas insisten en que el presupuesto estadounidense no va a resolver a medio plazo ninguno de los grandes problemas pendientes, lo que explicaría el trasvase de dinero hacia los mercados europeos.
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