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Reportaje:MÚSICA

El barquito de Madredeus

Pedro Ayres Magalhães quería un barquito en una portada de Madredeus. Ya lo tiene. También su disco dedicado a Lisboa. Las diez nuevas canciones vienen en falúa. "La copiamos de un antiguo grabado del puerto de Lisboa. Amplié la imagen con el escáner porque, en el original, estaba entre galeones. Luego la tratamos. Es un barco fantasma, que ya no existe", explica el guitarrista y compositor.

"La protagonista es una Lisboa virtual, mítica, poética". Siempre presente. Aunque no de forma explícita: únicamente aparecía su nombre en Ceú da Mouraria ("cuando Lisboa despierte..."), en la banda sonora del documental de Wim Wenders Lisbon story. Entre más de cien composiciones. Adoro Lisboa o Lisboa Rainha do mar ponen fin a esa extraña estadística.

Faluas do Tejo podría haberse editado con Um amor infinito. Ambos discos se grabaron en febrero de hace un año en los estudios Xangrilá. Otra curiosidad: desde Existir, en 1990, los Madredeus no habían vuelto a un estudio lisboeta. Um amor infinito -disco de oro en Portugal- entró directamente al primer puesto de la lista de ventas y están confirmadas más de cincuenta fechas en Europa y América para este 2005. No hay más porque decidieron hace tiempo aflojar el acelerador.

Cada nueva gira de Madredeus trae un repertorio diferente. La que comienza, bajo el título de Um amor infinito, se prolongará hasta 2007 e incluye canciones de los dos discos. "Los que vean el cartel anunciando el concierto saben que, aunque nos hayan visto dos o tres veces, van a escuchar algo inédito. Igual que una película nueva", avisa Pedro Ayres. Las guitarras juegan un papel esencial. Arpegios y escalas. Ni un sólo acorde rasgueado. Ayres ha explicado que "el punto de partida para construir nuestras canciones, más que nunca, es la música de guitarra del mundo. Brasileña, clásica italiana o francesa, fado, rock, country, blues, de laúd magrebí...". "Consiguen saciar, incluso a un adicto, un hambre de guitarras ya avivada, pero nunca satisfecha", escribió el periodista Miguel Esteves Cardoso.

En diciembre presentaron su nuevo trabajo en el Centro Cultural de Belém, a orillas del Tajo. Dos conciertos en casa del grupo portugués más internacional de la historia. "Ni los militares en la época colonial viajaban tanto", dice Pedro Ayres sonriendo. "Siempre creí poco factible la viabilidad de un grupo como el nuestro. Sin embargo, hemos llegado hasta las salas más inaccesibles con nuestro carricoche". Más de veinte países y mil conciertos. Un fenómeno desde los balbuceos del invierno de 1986. Cuando ensayaban a partir de las once de la noche en el teatro Ibérico, en la antigua iglesia del convento de Xabregas, barrio de Madre de Deus. "Titulamos el primer disco Os dias da Madredeus para acortar. Y el grupo se quedó con ese nombre".

Eran entonces Teresa -to

davía María Teresa- Salgueiro (voz), Pedro Ayres Magalhães (guitarra), Francisco Ribeiro (violonchelo), Gabriel Gomes (acordeón) y Rodrigo Leão -que firmaba con el apellido Muñoz- (teclados). Y se ofrecían a los promotores como "recital de poesía cantada". Hoy, junto a la cantante y el guitarrista, están José Peixoto (guitarra clásica), Carlos Maria Trindade (sintetizadores) y Fernando Júdice (guitarra bajo). "Se decía que estábamos acabados al perder el acordeón y el chelo", recuerda Ayres. También ahora se oyen críticas: Madredeus se estaría repitiendo. "Me parece una muestra de ignorancia", afirma indignado. Ella confiesa sentir "admiración por la capacidad de Pedro, a lo largo de los años, y con los escasos instrumentos y los pocos recursos que utiliza, de reinventar continuamente un estilo y nunca repetir una idea".

Esta fantasía musical de raíz portuguesa -así definió Pedro Ayres a Madredeus- es también, según Teresa Salgueiro, "la banda sonora de nuestro paisaje urbano". Moro em Lisboa cierra sus actuales conciertos: "Qué otra ciudad / Levantada sobre el mar / A orillas del río / Terminó por elevarse / Entre dos brazos de agua / Uno de sal, otro de nada / Agua dulce, agua salada / Aguas que abrazan Lisboa / Es en Lisboa / Que el Tajo llega al mar / Es en Lisboa / Que el mar azul recibe al río / Y esa brisa que nos hace / Promesas de viaje / Brisa fresca que reclama / nuestras almas ausentes / Suave / ciudad / de sal / de mar / Vivo en Lisboa / y la tarde cae".

Madredeus actúa el 29 de abril en Granada (Palacio de Congresos) y el día 30 en Almería (Auditorio Maestro Padilla). El 2 de mayo en Barcelona (Palau de la Música); el 3 en Pamplona (Auditorio Baluarte); el 5 en Gijón (teatro Jovellanos); el 7 en Santa Cruz de Tenerife (Auditorio) y el 10 en Valladolid (teatro Calderón). El 1 de junio en Alcalá de Henares (Palacio Arzobispal); el 27 de julio en Cádiz (Auditorio José María Pemán) y el 29 en Lanuza, Huesca.

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