El Gobierno promoverá una red de 'narcosalas' si lo piden los ayuntamientos

El quinto Plan de Drogodependencias 2004-2008, aprobado ayer por el Parlamento vasco con la única abstención del PP y la ausencia en las votaciones de Sozialista Abertzaleak, prevé la creación de narcosalas para toxicómanos en aquellos municipios que así se lo soliciten al Gobierno. La puesta en marcha de este tipo de servicios marcha en la línea de los programas de reducción de daños, que buscan mejorar la calidad de vida de los drogodependientes en situación de exclusión social. En la narcosala, los toxicómanos pueden inyectarse en condiciones higiénicas, se les realizan las curas básicas y reciben consejos sanitarios. Actualmente, funciona una en Bilbao desde noviembre de 2003. Gestionada por la ONG Médicos del Mundo, cuenta con la supervisión del Gobierno.

El consejero de Asuntos Sociales y responsable del Plan de Drogodependencias, Javier Madrazo, recalcó ayer durante el debate en el Parlamento que las salas de consumo para toxicómanos sólo se abrirán bajo petición de los ayuntamientos afectados. Por el momento, ningún municipio se ha dirigido al departamento. "El Gobierno está abierto a dar nuevos pasos para dar solución a las necesidades que surjan", se ofreció.

Junto a la creación de narcosalas, el plan recoge la dispensación de heroína con fines terapéuticos a los drogadictos que han fracasado con todos los programas de deshabituación que han intentado. Su aplicación dependerá de que el Ministerio de Sanidad convierta en programa estable la experiencia piloto desarrollada en Andalucía. Entre sus iniciativas, el Gobierno ha anunciado un ensayo pionero para dar heroína a los presos toxicómanos de la cárcel alavesa de Nanclares de la Oca. El programa, que se desarrollará con 60 reclusos, está pendiente de las autorizaciones del Ministerio de Sanidad y la Dirección General de Instituciones Penitenciarias.

El Parlamento ya solicitó en noviembre al Gobierno central que autorice la dispensación de heroína como tratamiento médico a los drogodependientes, pero ahora ha dado un paso más al incluir el proyecto en su plan, que es la estrategia a seguir en los próximos años sobre todo lo relacionado con las drogas en Euskadi. Unos 5.500 heroinómanos viven actualmente en la comunidad autónoma, de los que cerca de 4.500 siguen algún tipo de tratamiento. Dentro de este colectivo, 2.500 recurren a la metadona para paliar su adicción, pero un 30% de ellos fracasa. Otro grupo de mil toxicómanos se niega a entrar en cualquier programa de tratamiento. Estos heroinómanos, junto con los que fracasan con la metadona, son los candidatos a experimentar con la dispensación de heroína bajo control médico.El Plan de Drogodependencias aboga también por la dispensación de cannabis con fines terapéuticos a las personas que sufran enfermedades muy dolorosas. El objetivo es combatir los dolores de enfermedades como la fibromialgia y aliviar los problemas generados por los tratamientos contra el cáncer. El Gobierno deberá trasladar ahora la petición al Ejecutivo central, único competente para conceder este tipo de autorizaciones.

Representantes de la Asociación de Cáncer de Mama de Vizcaya ya reclamaron en el Parlamento en diciembre el uso terapéutico del cannabis. En estos momentos, el comercio de esta sustancia en España es ilegal. Sólo está permitido el consumo particular. En Cataluña ya se ha iniciado un plan piloto para su dispensación en farmacias.

Aparte de las narcosalas, se prevé la construcción de una red de centros de encuentro y acogida para atender a los toxicómanos más excluidos. La idea es garantizar a este colectivo las necesidades básicas de alojamiento, calor, alimentación e higiene. El departamento pretende contar con un centro de emergencia social por territorio e incluso más si el volumen de población así lo recomienda.

El nuevo Plan vasco sobre Drogas, que abarca desde 2004 hasta 2008, incluye una inversión de 46 millones de euros, que será sufragada en su mayor parte por el Gobierno. Los ayuntamientos y las diputaciones aportarán el resto. Junto al desarrollo de la política de reducción de daños, con la dispensación de heroína y las narcosalas como principales ejemplos, se intensifican las medidas dirigidas a facilitar la incorporación sociolaboral de los drogodependientes, entre las que se figuran actuaciones de discriminación positiva para favorecer su contratación en empresas.

Excarcelación

En esta línea, el Gobierno vasco instará a la Administración central a que favorezca medidas de excarcelación, incluidas las de gracia, para los toxicómanos que se encuentran presos por los delitos cometidos por su adicción.

La prevención es otra de las patas de la estrategia diseñada por el Gobierno para luchar contra el consumo de drogas. El Departamento de Asuntos Sociales va a elaborar un protocolo de actuación junto a maestros y responsables municipales para que los centros escolares sepan cómo actuar ante cualquier sospecha de consumo de drogas por parte de alguno de los alumnos.

En cuanto al consumo de alcohol, uno de los más extendidos entre los jóvenes, el departamento está ultimando un programa para prevenir los efectos del botellón, el consumo indiscriminado de alcohol en las calles. Según los últimos datos de la dirección de Drogodependencias, un 38% de jóvenes entre 15 y 19 años bebe "en exceso" los fines de semana y casi la mitad de ellos se encuentra ya en una "zona de riesgo" en la que peligra su salud.