Zapatero y Fox abogan por reforzar la alianza estratégica entre España y México
Los dos presidentes apoyan una reforma de la ONU que la dote de "fuerza y autoridad moral"
El jefe del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el presidente de México, Vicente Fox, reafirmaron ayer en Madrid la "alianza estratégica" que existe entre ambos países, marcada por la buena relación política y por la expectativa de que los negocios aumenten en el futuro. Ambos señalaron que hay que avanzar en la construcción del "espacio latinoamericano", un proceso que debería cerrarse en la Cumbre Iberoamericana de Salamanca el próximo octubre. Ambos señalaron que apoyan una reforma de la ONU que la dote "de fuerza y autoridad moral".
"Nuestras expectativas están marcadas por el crecimiento en la relación económica y en lo político, aunque en este último campo es realmente difícil, porque no puede ir mejor entre España y México y sus gobiernos", afirmó ayer Zapatero en una rueda de prensa conjunta en La Moncloa, al término del encuentro con Fox en el último de los tres días de su visita oficial a España. "Somos dos países unidos por la historia, por la lengua, la cultura y la economía, pero sobre todo unidos por el futuro", añadió. El presidente mexicano, por su parte, aseguró que la visita que ha realizado a Madrid ha permitido reafirmar la "asociación estratégica" que tienen México y España, que se expresa en lo económico, lo político y cultural, "de manera convergente y eficaz", según explicó.
Zapatero también aprovechó para expresar su "profunda satisfacción" por los diversos contactos empresariales que ha mantenido Fox en Madrid. "La presencia inversora de España en México asciende a 12.000 millones de dólares, el intercambio comercial ha crecido un 20% en el último año y la presencia de españoles en México es también creciente: 300.000 lo visitaron en 2004, lo que supone un aumento del 30%", subrayó el jefe del Gobierno español. Fox añadió que sólo desde la entrada en vigor, hace dos años, del Tratado de Libre Comercio entre México y la Unión Europea las relaciones comerciales han crecido por encima del 50%, y añadió que confía en que tras los contactos mantenidos estos días con los empresarios, las inversiones españolas en México sigan aumentando de forma sostenida.
Fox y Zapatero insistieron mucho en el magnífico estado de las relaciones entre ambos países, tanto que hasta parecía que tenían la necesidad de convencer y convencerse de ello a través de la reiteración. Zapatero, además, resaltó el "compromiso común" de España y México de "avanzar" este año "en todo lo que supone la conformación de un espacio iberoamericano político, económico y cultural", y señaló que la Cumbre Iberoamericana de Salamanca, que se celebrará el próximo otoño, será "sin duda alguna la culminación de ese proceso de relanzamiento". El Gobierno español está poniendo toda la carne en el asador para que esta cumbre sea un éxito, tras lo deslucida que resultó la última reunión de este tipo, en Costa Rica, en noviembre pasado, debido en buena medida a las ausencias de mandatarios.
El "espacio iberoamericano" es un proyecto retomado muchas veces y que nunca ha logrado solidez ni continuidad. Zapatero tiene ahora una buena oportunidad para cambiar esto, ya que su llegada al Gobierno ha coincidido con el relevo generalizado de líderes latinoamericanos, ahora más cercanos al PSOE que al PP, con la excepción del presidente de Colombia, Álvaro Uribe, cuya afinidad con la política exterior del ex presidente Aznar era notoria. Fox también tuvo una buena relación con Aznar, tal vez sólo empañada de forma pasajera por la oposición mexicana a la invasión de Irak en el Consejo de Seguridad de la ONU. Es cierto que con su oposición a la guerra Fox dio un disgusto a Aznar y a Bush, pero su buena relación con ambos pesó más al final, y los vínculos se recompusieron. Con Zapatero, Fox todavía "se está acomodando", según fuentes empresariales españolas.
Posiciones comunes
Al margen de las buenas relaciones empresariales, que nunca se debilitaron, el reencuentro desde el punto de vista político se está produciendo a través del acercamiento de los países en el tema de la reforma de Naciones Unidas. Ayer, Fox dijo que hay bastantes propuestas comunes en esta cuestión y ello es clave, sin duda, para el reforzamiento de las relaciones bilaterales. Tanto México como España son de la opinión de dotar a Naciones Unidas del "respaldo, la fuerza, y la autoridad moral que requiere".
Ambos presidentes también creen que debe avanzarse en el camino hacia el multilateralismo. Esto supone un espaldarazo a la Organización Mundial de Comercio, cuyo sistema propone que el máximo número de países debería beneficiarse de la mayor cantidad de acuerdos. Esta posición es opuesta a la estadounidense, tendente al plurilateralismo (acuerdos más profundos con pocos socios). El problema de esto es que la fortaleza de EE UU siempre deja a la contraparte en desventaja.
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